Javier Orcajada del Castillo

La guerra sin dolor y el soldado del futuro

En una comida de amigos, uno de ellos se santiguó y con ironía dice al resto: «así hacen los burros cuando comen». Lo demás se sorprendieron y uno le responde: «Así, como tú hacen los sionistas antes de bombardear hospitales y matar a niños en Gaza». En imágenes de televisión aparece un grupo de soldados israelíes en ambiente festivo ante un grupo de mujeres jóvenes palestinas a las que han ordenado desnudarse mostrando ante las cámaras sus prendas íntimas para humillarlas, pues saben que son celosas de su intimidad. Según se ha publicado, este es el nuevo perfil del soldado del futuro que tiene asignadas además funciones de guerra psicológica, degradando a las mujeres del enemigo como vía para minar su moral. Es curioso que esa «misión» sea valorada como novedad entre las modernas técnicas de guerra, junto con las armas más evolucionadas como misiles o energía nuclear, cuando ya los ejércitos en la antigüedad otorgaban «barra libre» a las hordas mercenarias desbocadas después de meses de abstinencia era la más eficaz estrategia para asediar y vencer al enemigo, junto con el derecho al botín como retribución. Así que, gracias a las modernas técnicas militares existe Israel que depende de sus poderosos patrocinadores EEUU y la UE que le proveen generosamente de armas y municiones por servicios prestados, dado que su misión es guardar el surtidor mundial del petróleo y la caja fuerte y por eso los yankis no abandonarán a su gendarme en Oriente Medio. Incluso sancionan a los palestinos anulando la limosna a la UNRWA porque Israel acusa a 10 de sus colaboradores de los 30.000 que realizan esa misión solidaria con Gaza. España, sin embargo, aporta 3 millones de euros, pues Sánchez es un negociante consumado que con una mano da limosna a los gazatíes y con la otra suministra a Israel armamento, munición y CAF construye el Metro de Jerusalén en territorio usurpado a Gaza.

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