Han aparecido unos escritos en euskera muy antiguos, de mucho antes de Axular, de Lazarraga, de Etxepare, de las glosas de San Millán de la Cogolla; vamos, la joya del euskera.

Pero a la Universidad del País Vasco no le han gustado; dice que son falsos, pero no ha presentado ninguna prueba. Si fuera por el poder académico, la tierra sería plana, el sol giraría alrededor de la tierra, las desgracias llegarían por culpa del pecado y las pinturas de Altamira serían hechas por algún falsificador coetáneo.

Y tampoco le ha gustado a la Diputación Foral de Álava; dice que son falsos, pero no ha presentado prueba alguna. Por si acaso, ha usado la mejor forma de esconder los escritos: denunciar al descubridor Eliseo Gil ante el juzgado. Y sí que funciona: ya han pasado nueve años y los escritos están ocultos, ahora solo hay silencio... ¿Hasta cuándo, otros nueve años?

Con lo fácil, barato y rápido que es que la ciencia, con los medios que tiene hoy en día, analice y dirima la antigüedad de los escritos, ni los catedráticos ni los políticos ni los jueces han podido demostrar en nueve añazos la tan cacareada falsedad [ver http://www.veleia.fontaneda.net].

Así que en Iruña-Veleia no hay análisis ni hay juicio, sino secuestro de una joya de la lengua vasca.

Para que terminen el secuestro de la joya del euskera y la injusticia contra Eliseo Gil, todos los jueves a las ocho de la tarde se celebra una concentración delante del palacio de la diputación a la que estáis todas y todos invitados.