La primera (la optimista). El electoralismo y el del círculo virtuoso está en el PP... el presidente Rajoy,  se enorgullece de que a los españoles se les denomine “los alemanes del sur”, y presume de haber liderado “el mayor proyecto reformista de la historia reciente” de España y conseguir que nuestro país “haya pasado de ser el enfermo de Europa a la vanguardia de la recuperación”, no oculta su condición de alumno aventajado de Merkel  y asegurar que las recetas predicadas por ésta —“la estabilidad, el reformismo, el rigor, la responsabilidad y la austeridad”—son los que  ha convertido  a España en la “locomotora de Europa”.

La segunda (la pesimista). El reparto de los refugiados... la UE, ha sido incapaz hasta el momento de responder a este reto de manera mínimamente humanitaria y organizada. Sólo Alemania parece estar a la altura de algo digno. España del triunfalismo ante los ciudadanos (y de la locomotora pasa al vagón de cola) empieza a enseñar sus miserias, excusas... total que está dispuesta a aceptar la mitad de los refugiados que le corresponden por el sistema del cupo. Es totalmente rechazable esta insolidaria y egoísta actitud.

El comité de acogida. Por méritos serían: 1) el Sr. Ministro del Interior por el recibimiento a los inmigrantes,  en la playa de Ceuta, con disparos de pelotas de goma... El Sr. Maroto (por su empatía con los inmigrantes)... y el Sr. Ministro de Exteriores, por “exceso” de solidaridad. Saludos.