Leyes y justicia social
En todo Estado democrático que se «precie» seria siempre más que conveniente y necesario, una buena y garantista justicia social, esto es, la capacidad de dicho Estado, de procurar y poner al alcance de su ciudadanía todos aquellos mecanismo a su alcance (ya sea en forma de leyes o medidas sociales) tales como, unos buenos derechos laborales, la sanidad universal con un buen sistema de salud, sin discriminación alguna u aquellas leyes, que pongan en «valor» los derechos de colectivos discriminados y estigmatizados u aquellas otras que «velen» para que todas aquellas mujeres que hayan sido víctimas de acosadores, maltratadores y similares tengan unas penas más que proporcionadas, con los crímenes cometidos.
La labor del legislativo y en todo estado de derecho que se precie como digo, es hacer con la mejor de las voluntades y el acuerdo, de las fuerzas políticas que lo componen, que todas estas iniciativas o leyes, se plasmen en realidades contundentes y a ser posible, en algo duradero y fructífero, lo cual no quita, las posibles «correcciones» a futuro, claro está para mejorarlas.
Leí y escuché hace poco, que leyes o iniciativas de este calado, tenían cierto sesgo ideológico, pues nos ha fastidiado, todo depende del «prisma» con que se mire, ¿no creen? Porque todas y todos dicen creer en esa justicia social, ¿o no? Juzguen o juzguemos el quién.