Sostiene el actual responsable de Confesbak que el Sindicato ELA «tiene ausente el sentido de la realidad». Si por «sentido de la realidad» entiende este Sr. el aceptar sumisamente despidos masivos y salvajes rebajas salariales, pues tendré que darle la razón y convenir en que sí, que la militancia de ELA no nos sentimos representados por esa «su realidad» de explotación, miseria y crisis permanente.
Si ello solo fuera una opinión patronal más en defensa de sus intereses de clase, no merecería la pena ocuparse mucho del tema, pero, desgraciadamente, a nivel político Confesbak manda....y mucho. De hecho, la mayoría de la clase política vasca sigue a pies juntillas sus «recetas» consistentes en despidos y recortes, aplicándolas también en sus propios ámbitos de responsabilidad.
Si le preocupa el futuro de la industria vasca, más le valdría al Sr. Lujua utilizar su dialéctica en criticar a quienes de verdad la están estrangulando, a través del desmesurado precio de la electricidad y la ya endémica falta de crédito. Pero, claro, formando esos sectores eléctricos y bancarios parte confederal de su misma patronal, le es más fácil echar balones fuera, arreando de paso a los de siempre.