Maitane Fernández Melero, en nombre de la comisión de comedor de Mendialdea Ipi

¿Magui te quiere ayudar?

Si eres madre o padre de alumnado de la escuela pública va a ser que no.
Por contextualizar... en septiembre del pasado año, la empresa de catering Magui, contratada para abastecer de alimentos y también contratar a las y los cuidadores-monitores del comedor de Mendialdea IPI de Kanpezu (Araba) comunica al centro (nunca de manera escrita) que por sus criterios internos de contratación, en los nuevos contratos, no aceptarán a madres y padres de alumnos y alumnas del mismo centro. Alegando que en alguna ocasión este hecho ha causado contratiempos. Por el contrario, las madres y padres, podrán ser contratadas y contratados para trabajar en centros cercanos (Kanpezu, Montaña Alavesa, centro cercano más próximo 24 kilómetros ida y vuelta).

En nuestro centro educativo históricamente la inmensa mayoría de cuidadores-monitores, cuidadoras-monitoras han sido madres y padres de alumnas y alumnos, y nunca ha habido problemas añadidos por tal condición, de hecho impulsamos las relaciones de cercanía tanto laborales, sociales etc. vivir aquí, trabajar aquí. Seremos raras, pero es la filosofía que nos parece más sostenible y respetuosa tanto con el medio ambiente como con las personas.

Ante esta situación, la comisión de comedor del centro de forma unánime (cocinera, representante de las cuidadoras, AMPA, responsable del comedor y dirección) decidimos enviarles un escrito de queja, solicitando la no aplicación de tal criterio y en caso contrario una respuesta por escrito confirmándonos su decisión. En dicho escrito, argumentamos que la exclusión por ser madres o padres era un criterio discriminatorio, subjetivo, jurídicamente discutible y contrario al modelo de comedor que aquí defendemos.

Después de meses sin respuesta de ningún tipo y de recordarles que seguíamos a la espera, nos comunican verbalmente que son normas internas de la empresa.

Nos parece muy grave el ninguneo por parte de Magui a una reclamación hecha por escrito desde una comisión «oficialmente» constituida en un centro educativo y, por otro lado, la negativa de respuesta por escrito nos hace sospechar que la empresa Magui es consciente que el criterio de contratación que aplica no tiene ninguna base legal.

Llegado este punto no nos queda otra (esperemos no llegar a lo judicial) que denunciar públicamente a la empresa de catering Magui por aplicar criterios de contratación discriminatorios y por precarizar más si cabe (contratos de dos horas al día) a trabajadoras y trabajadores a los que obliga indirectamente a utilizar vehículos sin ninguna necesidad, con la carga económica, temporal y ecológica que ello conlleva.

También interpelamos al Departamento de Educación del Gobierno Vasco, como responsable de la contratación de estas empresas, les exigimos que en los pliegos de contratación incluyan mecanismos de control para evitar este tipo de actuaciones. La alimentación de nuestras y nuestros hijos e hijas tiene que dejar de ser un negocio donde todo vale. No vale externalizar servicios y lavarse las manos.

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