Maquillaje perpetuo
Cada vez más me veo obligado a leer la prensa conservadora de Europa y cruzar información para poder disponer de la suficiente base para analizar los temas principales de la actualidad. La prensa que se considera progresista está obsesionada en la negatividad, con su repetición constante respecto a que vienen los malos. Hace milenios que siempre son los mismos y que se van relevando en función de lo establecido. El maquillaje en la historia es una máscara que ni tan siquiera pasa por el quirófano de un cirujano plástico. En un diario suizo cuyos accionistas son banqueros ginebrinos bien enlazados con Bruselas, así que son políticamente de lo más dóciles, publica la noticia: ¿Están a la venta los Alpes de Valais? Una empresa de Colorado, que es un fondo de inversión, va comprando montañas por el planeta tierra. Naturalmente, privatiza y el acceso posterior solo pueden disfrutar de los paisajes los bolsillos refinados. Así que expulsa a la población original. Exactamente igual como ocurre en Barcelona, con la gentrificación. Todo absolutamente todo constituye el mismo proyecto y los diseñadores son los fondos de inversión que pululan por el mundo. Bruselas, forma parte de todo este entramado. La revolta pagesa en el Principat, junto con los diferentes movimientos de ganaderos y de agricultores europeos están dando la alarma para que seamos capaces de pensar lo que supone su desaparición, que este es el objetivo de los fondos de inversión. Todo lo que es pequeño debe de desaparecer en todos los sectores incluidos los repartidores de pizzas. La imagen de bicicletas y patinetes, transportando mercancías, es una imagen abominable para una ciudadanía decente. Son los esclavos de la tecnología inteligente. Grandes fondos de inversión compran montañas y suelo agrícola, pero la prensa de izquierda informa mucho más que un violador deba pasar el resto de su vida entre rejas, porque es un castigo muy liviano. En cambio, que se estén comprando montañas y tierras fértiles por medio de obras inútiles como la ampliación del aeropuerto, zonas de recreo absolutamente idiotas para jugar al póker, museos que señalan lo que tienes que pensar y ver el arte como una mercancía. De lo que se trata es extender la agricultura industrial que alimenta enfermedades, que repercute en un mayor número de patologías para que la sanidad no le falte trabajo. La queja unánime por Europa de la burocracia no es casualidad, es la forma para acabar de hundir al pequeño y medio propietario del sector agrícola ganadero. Las ayudas son unas migajas para este sector de los pequeños y medios productores y favorece el endeudamiento que después no pueden pagar. Considero que los problemas trascendentales no se tratan con el mínimo rigor por los medios de comunicación que se autodefinen de progresistas. En realidad son de lo más conservadores y narcisistas, que es la ideología dominante de la actualidad. También que el humor forma parte de la especie humana. Desconozco si los alacranes son capaces de reírse de sus propias miserias.
Atentamente.