Enric Vivanco Fontquerni

Milenio

Es una evidencia que se está transitando por un nuevo milenio, cuya particularidad estriba que los problemas cualitativos, y cuantitativos, superan a los de la última glaciación. Los referentes ideológicos se han convertido en un estorbo para poder encarar las soluciones que no admiten demora alguna, ya que el tiempo de espera ha finalizado. En un destacado artículo publicado en GARA, del periodista Raúl Zibechi, que lo extiende al ensayista Bruno Cava, menciona algo terrible: hoy la izquierda brasileña, no tiene chances de confrontar la calle con una ultraderecha que está armada y ganó las calles. Por desgracia, esto es extensible a Europa, que se podría datar en el momento de la caída del comunismo en el Continente, y la reacción de los partidos comunistas occidentales, no fue otra que abrazarse a una democracia corrupta, y corruptora como la actual, que su única aportación es aprobar presupuestos liberales. La dimensión de la tragedia es tan palmaria que mencionar el concepto de revolución, lo único que provoca es risa. No solo esto, sino también hay que oír, que no está de moda. En una entrevista en Página 12, al intelectual Jorge Alemán, cita: la izquierda se ha vuelto un poco paliativa. Pienso que es demasiado condescendiente, ya que lo único que ofrece, es equivalente a una vulgar residencia para ancianos. Se ha llegado hasta aquí, única y exclusivamente, a través de un discurso de la izquierda que no aporta nada, y encima no es creíble. El abandono de las urnas, es debido a posponer los cambios profundos, sin un tiempo establecido, que genera incredulidad hacia la política en general. No todo está perdido, si se sigue a la prensa conservadora francesa. En una cabecera importante como es "Le Figaro", se pudo leer hace pocos días, del pánico existencial que tienen hacia el woquismo, que llega de USA, al cuestionar la dominación del hombre blanco, desde la noche de los tiempos, e intenta deconstruir todo el sistema, que lo tilda como una locura, ya que el miedo a que surja un ser humano nuevo, no lo aceptan bajo ningún concepto. La ensayista Bérénice Levet, afirma: que el espíritu francés, se lo llevará el woquismo. Recuerda al profesor degollado Samuel Paty, que la izquierda considera esta acción, como una nota a pie de página, y los involucionistas como todo un referente civilizatorio. Es tal la desorientación, por un lado, y por otro, que si no sale algo diferente nos vamos directos al carajo. Ya que el woquismo, no es otra cosa que la izquierda consumista. Solo puedo citar a Phoebe Plummer, y a partir de aquí estirar el hilo.
Atentamente.

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