Santiago González Vallejo

Netanyahu en una manifestación antiterrorista

En la primera fila de la manifestación en París en contra del terrorismo y en solidaridad con las últimas víctimas francesas de diversos actos terroristas estaba, entre otros, el Primer Ministro israelí Benjamín Netanyahu. En total murieron 20 personas, incluyendo a los presuntos perpetradores de esos actos asesinos.


La memoria nos dice que Netanyahu es el que ordenó los bombardeos (otra forma de terror) sobre la población inerme de Gaza (Palestina) que ocasionó más de 2000 asesinatos, entre ellos más de 500 niños. Un jefe de estado que viola las leyes internacionales, entre ellas cada uno de los artículos de la Convención de Ginebra. Impunemente. Impunemente, porque le dejan hacer.
Eso se demuestra en su asistencia a dicha manifestación, nadie se lo impidió y le pusieron en primera fila, en compañía de otros destacados líderes mundiales.


La asistencia también de Mahmud Abbas, presidente en funciones de una subsidiaria administración de la colonización israelí y que intenta diplomáticamente que las Naciones Unidas, los líderes mundiales, sean coherentes y defiendan el derecho internacional, era otro intento de que la causa palestina quedase reflejada y no postergada. Aunque los franceses de Hollande sigan el juego de un supuesto equilibrismo y pongan a los dos en la pancarta pero que, en realidad, es una traición a la propia manifestación y su significado. Porque si todos somos Charlie Hebdo, judios y policías, ¿qué significado tiene poner a Netanyahu, un supremacista (judío), mandamás de un ejército que bombardea terrorificamente a civiles y que considera que Palestina es una tierra que por su dios y el sionismo tiene que ser ocupada y expulsar o matar a sus habitantes palestinos?

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