Félix Zaratiegui | Miembro de la Junta de la asociación Amigos de Eslava

No a la discriminación turística de la Val d’Aibar

A algunos les podrá parecer exagerado el título de esta carta. Pero no lo es en lo que se refiere a la publicidad turística del Gobierno de Navarra, y más concretamente, al folleto más completo sobre nuestra comunidad que este publica, 43 páginas en las que se invita al turista a descubrir Navarra a través de 10 rutas en otros tantos días.

Las dos rutas más cercanas a nuestra zona son la Nº8, que va desde Sangüesa hasta el Valle del Roncal y la Nº9, que cubre desde Rada, Carcastillo, Ujué y San Martín de Unx hasta Mendigorría y la Valdorba.

La Val d’Aibar simplemente no existe. Esperábamos una nueva impresión del folleto con cierto optimismo porque en los últimos tiempos ha habido novedades importantes en el valle, como la inauguración del yacimiento romano de Santa Criz en 2016 –2000 visitantes en poco más de un año– y los varios proyectos Mecna existentes. Sin embargo, la última reedición del folleto tuvo lugar en junio de este año y otra vez nada.

Este olvido nos parece incomprensible, y también especialmente injusto, porque, además del interés turístico indiscutible de la zona, con él se ignoran asimismo los importantes esfuerzos realizados en los últimos años en bastantes pueblos del valle para enriquecer y poner en valor su patrimonio, así como para crear infraestructuras para recibir a los visitantes.

Hay otro aspecto del folleto, en este caso más de fondo, que también nos parece mejorable y que, aunque no tenemos suficiente espacio para desarrollarlo aquí como nos gustaría, sí queremos exponerlo brevemente porque nos parece importante.

Se propone al turista visitar en un día, por ejemplo, en la ruta Nº9, además de los 5 pueblos más la Valdorba ya antes mencionados otros 5, que son Olite, Tafalla, Pitillas, Artajona y Berbinzana. ¿Cuánto tiempo debería pasar el turista en el coche o en el autobús ese día, aunque solo fuera para hacer la mitad de la ruta?

Esta propuesta de visita, además de poco realista, es un modelo de turismo hoy obsoleto. La tendencia actual es cada vez más hacia una experiencia turística más personal, que permita disfrutar del medio natural y que sea respetuosa con él, que proporcione bienestar físico y enriquecimiento cultural.

Por ejemplo, en nuestra zona, existen diferentes variantes de paseos a pie, en bici o a caballo en el círculo formado por Eslava, Lerga, Ujué, Gallipienzo, Cáseda, Sada y Ayesa, con Abaiz y Santa Criz en el centro.

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