Mikel Fernández Mínguez

No olvidemos

Como sabemos, uno de los colectivos mas golpeados ha sido la Tercera Edad, mas concretamente el sector de los cuidados. Hace años que este sector ha sido golpeado por una de las peores pandemias existentes: la pandemia del capital. Este sistema cruel golpea cuando puede y cuando se le deja actuar.

Bien lo saben en el sector laboral de los cuidados. Muchas han sido las huelgas y protestas organizadas por trabajadores de centros de la Tercera Edad reclamando unos puestos de trabajo dignos para poder llevar a cabo con garantías esos cuidados que los residentes se merecen. En definitiva, las reivindicaciones siempre han ido en la misma dirección: un cambio en la gestión de estos centros, dar prioridad a los sujetos ante el capital, el negocio.

En marzo llego la pandemia sanitaria para unirse al capital dejando en evidencia la debilidad del sistema y golpeando doblemente. Lamentablemente las instituciones han dado la espalda a este sector y con la llegada de la covid mucho más. Recuerdo que no se tomaron medidas acordes a la situación y los perjudicados y perjudicadas fueron las personas. Por ejemplo, falta de material para que los trabajadores y trabajadoras pudieran ejercer con garantías sus trabajos y también se evidencio un déficit emocional claro de los y las residentes al no poder recibir visitas de sus familiares. Déficit emocionales que han llevado a muchas personas a la muerte, lo que se conoce como morir de pena.

El ser humano tiende a olvidar lo sucedido, en mi opinión, en esto contribuye la pandemia del capital. Un sistema el actual que nos lleva a velocidades extremas con el objetivo de encontrar nuestro bienestar (muchas veces lo logra) en entes carentes de valor y que nos hace olvidar lo verdaderamente importante: cercanía y grupo ante lejanía e individualismo.

Tras la tormenta siempre llega la calma, ahora ha comenzado la época de vacunación y solo pido que no se olvide lo vivido.

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