No puedo más... ayer me derrumbé
No puedo más... ayer me derrumbé.
Si después de cuarenta y tantos días confinado (y los que faltan hasta el día 10, en principio),
después de mil y pico muertes,
después de miles de infectados, ingresados,
después de ver tanto sufrimiento,
después de ver las calles con los comercios y servicios cerrados,
después de ver empresas en ERTE,
después de ver a personas ir directamente a la cola del paro,
después de ver curvas, datos... EPIs, PCRs, test...,
después de ver opiniones de técnicos, de no técnicos, de tertulianos que usan la razón y otros que no la usan,
después de escuchar el «bombardeo» de las radios de las televisiones,
después de tanta prueba-error, ahora una cosa y luego es otra,
después de comprobar que es imposible que se escuchen entre los que no piensan igual,
después de tratarnos como «ignorantes» más de una vez (que lo seremos pero pensamos),
ayer ya me derrumbé.
La ciudadanía estamos pensando que ningún familiar y/o amigo se contagie y si lo hace que no le pase nada,
estamos pensando como cuidamos a los que tenemos cerca,
estamos pensando como nos cuidamos a nosotros mismos,
estamos pensando que nuestros familiares y amigos no se queden en el paro, que no tengan que cerrar su bar, su peluquería, que no pierdan su modo de vida vaya,
estamos pensando que si ese familiar, ese amigo lo pierde como le podemos ayudar,
estamos pensando como va a ser esa vuelta a la «normalidad»,
estamos pensando que necesitamos unas vacaciones, de la forma que nos digan si, pero las necesitamos,
y ayer escucho que el lehendakari Urkullu, accede a una demanda que le hacían los partidos y se reunirá con ellos, pero para hablar (me imagino que también de otras cosas) de realizar las elecciones en un plazo de tres meses, o sea julio. que si luego en otoño habrá un rebrote...
Estamos ante una situación totalmente excepcional que nos sobrepasa, que va a dejar muchas secuelas, no pasa nada por no hacer elecciones, siga gobernando usted con sus aciertos y errores, y le pediría que en esa reunión se deje la piel para conseguir que entre todos se pongan de acuerdo y remen en la misma dirección, hablen, discutan, intercambien ideas y, lleguen a acuerdos para salir todas juntas de esta excepcionalidad, sin dejar a nadie, por favor, en el camino.
Y de verdad, ya votaremos, pero ahora salgamos de esta con las menores secuelas posibles y eso es responsabilidad de todas las que el día 30 se siente en esa mesa.
La ciudadanía no podemos hacer más.