Después de una década del fin de ETA, ya se ve la luz al final del camino, no obstante aún queda recorrido. La luz como elemento representativo de la convivencia social, tan necesaria y solicitada. Pero, ¿qué está ocurriendo durante ese camino? Que a los costados, podemos observar diversas situaciones. Que conste que esta metáfora del camino y la luz, no es el guion de una serie infantil de la ETB3, es la materialización de la realidad que vivimos.

Volviendo a los conflictos del camino; en primer lugar, al centro-derecha nos encontramos a los colectivos que se hallan estancados en la historia, por el mero hecho de apropiación idealizada de la misma, la memoria histórica de la cual se aprovechan para ejercer política. En segundo lugar, a la izquierda tenemos al conjunto enfocado en la realidad histórica y encaminado a la luz dando pasos de gigante, avanzando de manera constante, gracias a discursos, respuestas y disculpas.

A lo que quiero llegar, la política actual se encuentra en decadencia por culpa de ciertos grupos, que en vez de hacer frente al momento histórico que necesita la sociedad se queda estático en su memoria. Para ser exactos, son esos grupos que se aprovechan de ETA y sus víctimas diariamente, constantemente, incansablemente. Y yo digo, ¡basta ya!, basta de materializar la historia para hacer discursos, basta de introducir el conflicto social en cualquier tema de debate, basta ya de provecho político.

La historia está escrita, no cambia. El dolor realizado no debería haber ocurrido jamás, pero ese daño continúa porque en la llaga del sufrimiento hurgan ciertos partidos, casualmente aquellos que querían el fin y la paz. Estos, no quieren, no saben o no son capaces de avanzar en el camino, por lo que introducen a ETA y sus conflictos para hacer política: ¿Sabéis por qué? Porque están aterrorizados, están observando que, en este caso, la Izquierda Abertzale obtiene más poder, más importancia, más imagen además de participación política por y para España, sin olvidarse de sus votantes y territorio. Todo esto les escuece, la oposición les está dando lecciones políticas y frente a esa envidia, recurren a la memoria histórica.

En resumen, sin justificación alguna de lo ocurrido en la historia, ¿por qué no empezamos con la verdadera política y dejamos tanto a ETA (disuelta hace ya diez años) como a las víctimas tranquilas? Existen más problemas en el Estado y en la sociedad a los que hay que hacer frente. Estamos llegando a la convivencia que requiere la situación histórica actual, dejad de obstaculizar como piedras por el camino los avances logrados, seguid en vuestro costado, pero avanzad, vuestros votantes también lo piden. Pasemos página. Trabajar y luchar por y para los participantes políticos que representáis. Pero sobre todo y no menos importante, vamos a recordar la historia, tal y como es, dejando a un lado la idealizada memoria.