Irantzu Matxain Beraza, Andrea Sorli Moreno | Asamblea del Gaztetxe de Iruñea

Ordua da Gaztetxea!!!

Tras 11 años de dura represión que imposibilitó tener un espacio autogestionado en la ciudad, este sábado cientos de personas okuparon un edificio en el Casco Viejo. Un edificio de viviendas públicas en vergonzoso desuso. Numerosas vecinas del barrio, así como gente muy diversa participó en la okupación y posterior celebración, que llenó el barrio de alegría.
El objetivo de este acto es liberar un espacio abandonado, abriéndolo a toda la sociedad, con el aliciente de construir proyectos entre todas y todos de manera horizontal y respetuosa con el entorno.

Partimos de un proyecto de autogestión, en el que la fortaleza principal es el aprendizaje que ofrece el autoabastecimiento y la autoorganización en todos los ámbitos posibles: desde la satisfacción de las necesidades básicas hasta las que puedan surgir en los proyectos a desarrollar. Para ello es imprescindible una organización asamblearia y horizontal, donde las decisiones sean tomadas entre todas las personas que deseen formar parte de la asamblea abierta. Un espacio que anteponga valores y responsabilidades colectivas al individualismo y que impulse el cuidado mutuo, siendo una plaza de encuentro e intercambio de ideas. Un espacio diverso, intergeneracional, respetuoso y plural, libre de toda discriminación racial, de explotación animal, de agresiones sexistas y en el que quepan todas las expresiones sexuales y de género.

Queremos crear un espacio donde las luchas de transformación social confluyan, ofreciendo alternativas a los modelos patriarcales desde las ópticas feministas, así como al desarrollismo destructor y a los actuales modelos de producción y consumo. Proponemos modelos económicos, de ocio y culturales ajenos a la lógica de mercado actual, favoreciendo una transformación social profunda y amplia, donde se promueva otra manera de resolver conflictos que no sea la imposición y el uso de la fuerza.

Usaremos este espacio para crear autoempleo, hacer un comedor popular, una huerta comunitaria, una biblioteca de uso público, un cine gratuito, euskaltegi, etc., y donde todas las iniciativas tengan cabida.

Consideramos que la okupación es legítima para abrir puertas a la satisfacción de las necesidades sociales, transformando los emplazamientos públicos en comunales, donde todas las personas podamos ser las gestoras y usuarias, tomando como pilares fundamentales el batzarre, el auzolan y el apoyo mutuo.

Además, responsabilizamos a las instituciones de que haya gente sin casas mientras hay casas vacías, fomentando la especulación de la vivienda y condenando a la precariedad a un porcentaje cada vez más alto de la sociedad.

Tenemos la certeza de que esta crisis creada por el propio sistema capitalista sólo lleva a una reestructuración del mismo, que no beneficia más que a las clases dominantes por lo que ahora más que nunca, es necesario reforzar las estructuras autónomas para que los movimientos sociales no sean absorbidos por las instituciones y puedan realizar su trabajo para la transformación social sin obstáculos.

No entendemos cómo organizaciones que antes apoyaban el movimiento de okupación ahora la quieren eliminar mediante la burocracia y los ritmos de las instituciones, así como usarla de manera partidista, por lo que les exigimos que sean coherentes con sus propios discursos.

 

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