Javier Orcajada del Castillo | Bilbo

Pedro Sánchez es un zombie

La sensación que ofrece el Gobierno socialista es de derribo: está acosado por todas partes y su respuesta es huir para salvarse del incendio. En Andalucía el castigo no lo pueden digerir. Presenta los presupuestos con la certeza de ser un brindis al sol, pues piensa que abriendo la manguera va a convencer a los catalanes para que los firmen, aunque tienen en la cárcel y en el exilio a sus líderes. No entienden que limitar las negociaciones a los límites de la Constitución es suicida, los catalanes no pueden expresarse con más claridad: hay que negociar las condiciones para un referéndum y sacar de inmediato a los presos de la cárcel, si no, ya puede Sanchez implorar empalagosas propuestas, pues no es cosa de talante. Es una cuestión de Estado que tarde o temprano deberán plantearse. Además, hace travesuras de niños, pues filtra que la Y Vasca se retrasará para provocar al PNV y le vote los presupuestos. El delegado del gobierno, al borde de las lágrimas afirma que no se cumplirán los plazos acordados. El Gobierno Vasco reacciona y Madrid se ha apresurado a rectificar volviendo a la fecha inicial. Como –se dice en Madrid– no vamos a poder cumplir ningún proyecto, pues tendremos que convocar elecciones ante el acoso y derribo que soportamos, y de lo que se avecina, nos es indiferente prometer la luna. Sanchez tiene vocación suicida, pues una cosa es soportar todas las dificultades, pero otras diferente son las virtudes teologales: fe y esperanza. Necesita algo más que fe que mueva montañas para gobernar con 84 diputados, soportando el aliento de UE en el cogote. Pero el gallinero del Procés sin orden es incapaz de controlarlo, pues tiene al Supremo preparado para el juicio de 12 2, aunque temen que el TEDH, que espera el recurso a la sentencia condenatoria del Supremo le va a componer cantares. Y si hay elecciones, a ver si Tezanos con su CIS es capaz de hacer el milagro de convertir el agua en vino.

Search