Joan Llopis

Periodismo pijo

La pijería llegada al periodismo, mal acostumbrada por mamá, sorprendida de su fracaso, como nueva de trinca, surge ahora en TikTok, un plato que suena a japonés, también servido en crudo, diciendo que en el periodismo serio, están verdes. Como los niños mal educados, da el ejemplo más llamativo. No lo entiende ni lo entienden. Primero va su yo. Un ego sin medida. Así, los equivocados siempre son los demás, y sea cual sea el argumento, el suyo, predominante, sin argumentar, en su caso, sin ninguna ética ni conveniencia social, las que se llaman buenas maneras, marranea.

Si hablamos de independentismo, que de eso hablamos; si hablamos de negociar los catalanes con España, ahora con la amnistía, eso es rendición, renuncia y traición, y dicen, no hay otra, sin razonar la contraria. Sin valorar el rescate penal de los represaliados. Se ve, según los que sean, cuantos sean, que hay que abandonarlos a su suerte. Y, en esa posición, la muñeca debe ser suya y no importa cómo lo logran. Más allá de los criterios, que puedo compartir en sus fines, no respetar con agresividad o violencia verbal a los demás, si son criterios, hace que este periodismo no lo sea, para resultar panfletario. No se puede mentir de los demás para salirte con la tuya. No ataca el argumento, difama a la persona. Y lo hace mintiendo, sin vergüenza. No pidas un sitio en el periodismo si no sabes hacer periodismo. Puede insultar, despreciar, difamar, falsear, da igual, la parra y la muñeca, son propiedad de la pija. Si lo ve negro y otro, por moderación, para mejor entender, empieza por el oscuro, no es suficiente, no hace falta querer entender, el tú no cuenta, solo el yo, la fracasada, que solo ve el verde de la parra como explicación de todos sus fracasos, inmerecidos según ella, los de la pija, Pilar Carracelas, el Oráculo de Delfos, ahora de Tokio.

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