Efectivamente, hay unas elecciones autonómicas inminentes, y son tiempos de mudanza. «Si queremos que todo siga como está, es preciso que todo cambie. ¿Me explico?», paradoja expuesta por Giuseppe Tomasi di Lampedusa (1896-1957).

Tras mi última carta "Cuentas y cuentos del Guggenheim de Urdaibai", nos hemos enterado por la prensa de que;

Primero: el Gobierno vasco PNV-PSE, ha aplazado su adhesión definitiva al proyecto del Guggenheim de Urdaibai (y su aportación de 40 millones de euros para las dos sedes) hasta después de las autonómicas del año que viene (en marzo o junio) para evitar tensiones territoriales antes de las elecciones. Una auténtica tomadura de pelo a todos los vascos, ya que el Gobierno vasco, debería pronunciarse antes de las elecciones para que los electores vizcainos, guipuzcoanos y alaveses, sepan si Bizkaia va a tener finalmente tres sedes del Guggenheim «sí o sí» (Bilbao, Dalia y Murueta), y Guipúzcoa y Álava ninguna.

Segundo: las Juntas Generales de Bizkaia han respaldado el convenio entre la Diputación Foral de Bizkaia, PNV-PSE, y el Ministerio de Transición Ecológica, PSOE, ministerio que aporta 40 millones al proyecto del Guggenheim de Urdaibai, que incluyen la descontaminación de los terrenos de la Cubertera Dalia en Gernika y de los Astilleros de Murueta. Si quien contamina paga, no se deberían inyectar ni fondos públicos, ni fondos Next Generation, ¿No hay ningún partido político de la oposición, en las Juntas Generales, que aprecie un posible delito de malversación de dinero público?

Tercero: el Ayuntamiento de Murueta, PNV, junto con la Diputación Foral de Bizkaia ha iniciado el procedimiento de evaluación ambiental del P.G.O.U. para cambiar el uso industrial de Astilleros Murueta a uso equipamental para ubicar una de las sedes del Guggenheim en Urdaibai.

Cuarto: el Ministerio de Transición Ecológica, PSOE, ha resuelto aprobar la reducción de la servidumbre de protección de 100 a 20 m. del suelo donde se pretende ubicar la sede del Guggenheim en Murueta. La resolución no ha contestado a mis alegaciones de junio de 2023, y entiendo que varios alegantes vamos a presentar recursos de reposición ante la ministra.

Quinto: el diputado de Infraestructuras y Planificación Territorial de la Diputación de Bizkaia, Imanol Pradales, ha explicado en las Juntas Generales, que los técnicos de la Diputación han mantenido 36 reuniones con técnicos de otras administraciones con competencias en los terrenos donde se prevé ubicar el Guggenheim de Urdaibai.

Sexto: el PNV ha comunicado a Iñigo Urkullu que no será el candidato a lehendakari en las próximas elecciones, y que el candidato será precisamente Imanol Pradales, el ahora diputado de Infraestructuras y Planificación Territorial de la Diputación de Bizkaia, de cuyo departamento depende la Dirección de Desarrollo Territorial, que a su vez se encarga de la supervisión de la sociedad pública Azpiegiturak, sociedad a la que se ha reincorporado en 2023 su anterior jefe, el exdiputado general Unai Rementeria, «sí o sí». Azpiegiturak tiene en su área de contratación expedientes como el de ejecución de obras de desamiantado y derribo en los terrenos de la antigua Cubertera Dalia en Gernika y además gestiona parte de los fondos Next Generation y de los 40 millones de euros del convenio anteriormente citado en el punto Segundo.

Como en una relación simbiótica, los acuerdos entre el PNV y el PSE, tienen mayoría en el Gobierno Vasco, en la Diputación de Bizkaia y en la mayoría de los ayuntamientos de Bizkaia, lo que les permite ir realizando una labor de «desbroce administrativo» para poner las instituciones a su servicio, y a los intereses de los respectivos lobbies, y decir que el Guggenheim de Urdaibai se va a hacer «sí o sí». Los vascos estamos hartos de dictaduras.