Iulen Lizaso

Puntualización

Cuando el Concejal de Medio Ambiente del ayuntamiento de Donostia refiriéndose al 5º contenedor y su escasa utilización dice: «Queremos distribuirlos mejor para que la tarea de llevar los residuos al reciclaje sea mas cómoda».

Las reflexiones de Alfonso Gurpegi en alto me llevan a las que pudieran darse allí por la década de los 90 en otra ciudad de quizás 10 veces mas habitantes que Donostia y que fácilmente generan 10 veces menos deshechos y lo que es mas importante: desde hace mas de 30 años saben con exactitud la caracterización de la misma en peso por fracciones (en Pamplona desde 1.992), y le puedo asegurar que así como los deshechos de Donostia contienen como mínimo el 95% de la materia orgánica que se genera en la ciudad, la de Viena no contiene ni un 5%... Y este es el referente que mide la excelencia de todo sistema de recogida, y de él dependen las garantías de salubridad o toxicidad de todas las infraestructuras de depósito y tratamiento, así como el aprovechamiento racional y alargamiento o no del ciclo de vida de los materiales recogidos.

Ocho años de debates asesorados por el experto medioambiental Florian Amlinguer; ocho años invirtiendo millones de euros en los diferentes ámbitos de la sociedad austríaca, para llegar a la conclusión de que con el sistema de contenedor de apertura diaria para el depósito de deshechos, la cantidad de materia orgánica fermentable en la bolsa de basura no bajó de un 66% de todo lo que generaban de esa fracción fermentable. Hoy con algo mas de incomodidad pero mayor motivación, los vieneses tienen como opción: separar en casa y depositar a diario cada fracción aprovechable en su contenedor o no separar y depositar en el contenedor de recogida mezclada solo cada 15 días.

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