Esta era la pregunta que rondaba en mi cabeza estas últimas semanas. No estaba segura de sí el Orgullo era mi sitio, no sabía si acudir o no, a fin de cuentas yo solo iba por mi hija... mi hija de año y medio, todavía lejos de identidades y orientaciones sexuales... quizá debería ir. Aunque su padre y yo seamos heteros.

Al final decidí bajar este sábado a Madrid y encontrar allí la respuesta.

Me enfundé la camiseta azul con www.sonnuestroshijos.com, me subí al tren y grité en defensa de las familias creadas a través de Gestación Subrogada. Esta asociación fue creada por parejas homoparentales para luchar por los derechos de sus hijos/as nacidos a través de esta técnica de reproducción asistida. Más tarde se incorporaron familias heterosexuales. Mi familia ha nacido así, gracias a un embarazo a tres, a miles de kilómetros de casa y también estamos convencidos de que nuestra hija ha de tener los mismos derechos que el resto. Aunar reivindicación y fiesta es una fórmula estupenda.

Gracias a todo el equipo de Madrid por asistir a todas las reuniones preparatorias, por coordinar todo lo relativo a la seguridad, por la intendencia, por nuestra canción, por la comida previa, por los zancudos y sirenas, por invitar a políticos de todos los colores, por la pancarta y las banderas, por disfrutar con nosotros de los aplausos del público, y sobre todo, gracias por hacer posible que nuestras familias alcancen tanta visibilidad. Sois grandes.

No pude evitarlo, me emocioné en el tren. Definitivamente sí, pintaba algo en el Orgullo. Ahora ya lo sé para el año que viene.

Ojalá que todas aquellas personas que necesitan de la GS para formar una familia tengan un camino más fácil que el nuestro, ojalá que ese camino se abra pronto en nuestro país, ojalá que todas las mujeres que quieren ayudarnos puedan hacerlo.

Y ojalá que mi hija cuando sea consciente de su cuerpo y de su identidad tenga más de un camino para elegir y que todos ellos sean seguros.