Javier Orcajada del Castillo

Rajoy: «Hubiera preferido no aplicar el 155»

Aunque Rajoy muestre un aspecto desconfiado, realmente es humano y bondadoso y sufre cuando tiene que tomar medidas dolorosas que afecten a la gente sencilla. Es la cruel soledad de quien tiene que tomar graves decisiones. Con su verbo a veces trompicado a consecuencia de la tensión moral que le produce tomar esas medidas, ello no es obstáculo para cumplir con su deber sin ceder a presiones de amigos, banqueros corruptos y afiliados al PP que le demandan «qué hay de lo mío». Además, su austeridad y honradez proverbial le ha hecho ser digno de la confianza popular eligiéndole presidente del Gobierno. Consciente de la crudeza de la decisión de aplicar el 155, después de una profunda reflexión decidió activarlo para detener la secesión de Catalunya, su comunidad predilecta. Pero, antes visitó a Trump en demanda de consejo en aquel momento trascendental. Como es lógico recibió su beneplácito habida cuenta que el presidente de los EEUU es el referente mundial ejemplar, reflexivo y humano. Visitó en Bruselas a Juncker, quien le garantizó el rechazo de la secesión de Catalunya. Bastante shock le ha causado el brexit. Se sintió reconfortado por SM el Rey don Felipe VI con su equilibrado discurso de Estado en defensa de la indisoluble unidad de España. Los militares ya dejaron meridianamente claro que si no soluciona el problema de secesión de Catalunya habría muertos en las calles y que volverían a ocupar Las Cortes como en el 23F hizo Tejero. Son conscientes de su responsabilidad como custodios del título VIII de la Constitución que les encomienda la defensa de la unidad de la patria. Con el contundente apoyo moral de la Iglesia Católica, con argumentos espirituales y teológicos para que cumpla el Concordato con la Santa Sede. La Conferencia Episcopal recordó a Rajoy que convirtieron a la fe cristiana a los indios de America y colaboró activamente en la sublevación militar en la Cruzada. España ha sido tradicionalmente la nación predilecta de los papas a la que distinguen con el título de la "Católica España". Tampoco podía faltar el estímulo moral de banqueros rescatados y del IBEX 35 que han comprendido que hay que sacrificar los más elevados ideales para mantener la sagrada unidad de España si es necesario con el dinero en negro depositado en Panamá, Suiza y otros paraísos fiscales. O Montoro decretando una nueva amnistía fiscal poniendo a cero los contadores de los patrióticos evasores. Parodiando a Albert Einstein: «Es más fácil desintegrar el átomo que entender la dialéctica de Rajoy».

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