Ya puede agradecer a Trump la publicidad gratuita que le está ayudando a ocultar la crisis de «El Trío Los Chorizos», que han colocado a una selecta troope femenina en empresas oficiales de las que ignoran hasta su nombre, celebrando orgías. Todo ello grabado por Koldo. Realmente Feijoo tenía acorralado al gobierno y Sánchez estaba missing, pero Feijoo tiene la fatalidad de arruinar cualquier estrategia encaminada a ocupar La Moncloa, pero le salva la campana, pues PP-Vox han montado el show en Torre Pacheco, que le ha puesto la soga al cuello a Feijoo para ahorcarse.

El equipo del PSOE que remueve las cloacas ha activado el caso de Montoro, que ha enmudecido al PP. Además, a Ayuso le han mandado un recado envenenado del juzgado, pues tiene a su novio a las puertas de ser enjuiciado, con el riesgo de ir a prisión. En cambio, y a pesar del lawfare, Sánchez va costeando el temporal con iniciativas de alto riego, como rechazar la contribución a la OTAN del 5% del PIB para comprar armamento en EEUU. Se ha constituido en el ariete acusador de genocidio a Netanyahu y está aprovechando la popularidad adquirida en el exterior para hacer frente a la campaña del PP, pues es un puntazo rechazar los gruñidos de Trump frente al servilismo de los «Estados gallina» de la OTAN-UE.

El Trump rabioso ha amenazado a España con hacerle pagar el doble. Pero solo es retórica, pues prometió finalizar las guerras de Ucrania y Gaza en unos días y en lugar de paz, anima a Netanyahu a bombardear Irán con riesgo de un conflicto nuclear, aunque asegura que está a punto de firmar la paz después de incendiar Oriente Medio y las amenazas de Irán con cerrar Ormuz. Pero, atención, conviene escuchar el elocuente silencio de China. Sánchez está embriagado de corrupción, pero cuenta con los socios de investidura que votarán con una pinza en las narices para finalizar la legislatura en 2027, Feijóo parece buscar una puerta giratoria.