Cuando alguien vuelve de vacaciones el uno de agosto, y se encuentra con la carta de despido y su empresa cerrada, uno tarda unos minutos en reaccionar. Como estoy afiliado a un sindicato, en este caso LAB, lo primero que hago es llamar, pero la primera en la frente, ese sindicato que dice que muchos empresarios aprovechan el veranito para cerrar empresas, en agosto está  de vacaciones, y solo tiene abierta una oficina en Donosita para casos importantes. Después de un acto de conciliación con mi empresa y de divorciarme de mi sindicato, logro cobrar una indemnización fácil de digerir. Lo de buscar trabajo no es nada nuevo para algunos, así que empiezas poco a poco.

Haces un par de cursos de reciclaje, mandas ‘unos cuantos’ currículum y haces unas cuantas llamadas a conocidos y amigos para explicarles tu situación y pedirles que estén alerta, pero los meses van pasando y el mar sigue en calma, una calma casi artificial que produce de todo menos tranquilidad. Intentas fortalecer tus puntos débiles, te pones la pila con las redes sociales; twiter, facebook, linkdn… enciendes el ordenador por la mañanita a la vez que te calientas el café y empiezas a navegar antes de ducharte; lanbide, infojobs, infoempleo… los sueldos ni comentar, lo de ‘mileurista’ ha pasado de ser una vergüenza a ser un objetivo, los requisitos que piden para algunos trabajos de chófer, repartidor o almacenero que es lo que yo hacia en mi última empresa, increíble.

Últimamente se lleva mucho lo de 33% de minusvalía mínima, pero nada, lo he consultado y aunque no me gusta ni el fútbol, ni la cerveza no me dan ningún tipo de minusvalía. Otra cosa que está a la orden del día, es lo de autónomo, autónomo con camión, con furgoneta… no deja de ser una opción más, así que me acerco a mi oficina de fomento de empleo para informarme sobre la posibilidad de empezar a trabajar por cuenta propia.

Estoy apunto de concertar una cita informativa en Tolosaldea Garatzen cuando al preguntarme donde vivo, y contestarle que en Gaztelu, saltan todas lar alarmas, parece que el ayuntamiento de Gaztelu no paga las cuotas que le corresponden y Tolosaldea Garatzen no atiende a ningún vecino de este municipio.

Parece bastante lógico que el no pagar las cuotas correspondientes tenga que tener alguna consecuencia, pero dejar de atender a personas que están pasando por un mal momento por vivir en un determinado municipio, me parece un poquito discriminatorio y un muchito de derechas. Tolosaldea Garatzen, recibe dinero de instituciones Europeas, del Gobierno Español, Gobierno Vasco, Diputación de Gipuzkoa, Ayuntamientos… Se presenta y recibe subvenciones en nombre de los 28 ayuntamientos de Tolosaldea, pero en la práctica, margina a 170 vecinos de Gaztelu, si no pagas, «ya sabes donde esta la puerta y a pedir explicaciones a vuestro ayuntamiento». Puro estilo Kutxabank. Por favor una vez de sentarnos a los mandos de una nave, hay que coger el timón e ir girando el Titanic, aunque sea poco a poco hacia la izquierda… Un abrazo a todos los parados de Tolosaldea, y a los de Gaztelu abrazo y medio… animo!