El PNV encontró en Pedro Sánchez un filón para sus intereses de partido, y le ha ido trapicheando transferencias de competencias. La última importante transferida es la de prisiones. El exjuez de la Audiencia Provincial de Alava, Jaime Tapia, actual asesor del Gobierno vasco en materia penitenciaria, ha declarado, «Como hubiésemos esperado a tener mas personal o mejores centros penitenciarios pues a lo mejor el traspaso no se hubiera producido nunca». Miedo dan estas declaraciones, cuando los funcionarios de prisiones han denunciado que están muchísimo peor que antes de la transferencia. ¿Para qué quería el PNV la transferencia? ¿Para conceder los terceros grados penitenciarios?

Que el PNV, que solo obtuvo el 19,50% del censo en las últimas elecciones, este exigiendo más transferencias, cuando las que tiene, como son la sanidad (con miles de muertos covid-19, y sin responsabilidades), la educación (con la creciente discriminación lingüística y la imposición del euskara hasta para profesor de autoescuela), la seguridad (con los robos, hurtos, y agresiones disparados), el medio ambiente (con Zaldívar)..., las han gestionado igual de mal o peor que en otras autonomías, me impulsa a decir ¿Transferencias? No gracias.

¿Cumplirá el PNV la demanda del 81% de sus encuestados y romperán con Pedro Sánchez? No creo.