El engaño continuado como proyecto político, genera un odio que con el tiempo se vuelve sin control y con posibilidad de un no retorno. ERC y Junts, se retroalimentan con un discurso en el que ambos mienten, y ocultan la magnitud del fraude en el que se ha convertido su política. La izquierda, lo debería saber, en unos momentos que se vive un cambio de paradigma por toda Europa, no pintan nada, debido precisamente al fraude continuado que han ido tejiendo desde el final de la última contienda en el Continente. Han sido barridos, y lo peor de todo es que siguen con sus estribillos que no convencen a nadie. La Diada, se ha trasformado en una mascarada desorientada de forma programada para desmovilizar a la masa independentista, para que se hunda en su propia miseria. Europa, nunca ha querido ni desea una Catalunya soberana, todos los esfuerzos que se realizan es una pérdida de tiempo, y al final se podrá observar que la razón de Estado, se impondrá y los políticos en Bruselas, lo tienen muy mal. La salida que se les dará, será la segunda renuncia. La primera, han sido los indultos que Europa, exigía con la complicidad de unos políticos falsarios, incapaces de afrontar la realidad, para seguir en la senda que la masa independentista había iniciado, para continuar con el enfrentamiento contra el Estado. Los indultos, son la garantía que el Estado, y Europa, quieren. Una generación frenada, en la que ambos partidos se han comprometido llevarla a término, vertiéndose estiércol entre ellos, para representar la comedia que nos ofrecen a cada momento. El organismo principal que impulsa la Diada, siempre ha gozado de un equilibrio entre los partidos políticos, que dirigían la institución a su conveniencia. Desde el abandono que realizaron sin ningún disimulo de la mayoría independentista, que empezó el mismo 1 de Octubre, que ellos tenían la obligación de continuar. Todo lo que ha seguido es de una vileza que por ningún lado se puede encontrar un ejemplo parecido. El ridículo es inmenso, y la historia los colocará, como profesionales, que lo único que les ha importado es su vida personal y su comodidad. Ya que la represión que sufre el disidente que tiene un mínimo de decencia continua implacable. Ellos cada mes van cobrando sus sueldos estafadores. Hay un porcentaje importante del independentismo, que está desorientado ya que vive en clave de esta democracia demoníaca, que su única misión es sobrevivir a ella misma, a cambio de ir empeorando la situación general. En el Principat, no han renunciado a todos los proyectos que han conducido al desastre actual, siguen sin rectificar en nada. Están eufóricos por el verano repleto de forasteros. No se quieren enterar que es el caldo de los problemas que se irán incrementando en muy poco tiempo. Cronos lo dirá, y no hay marcha atrás. El mundo seguirá, pero no como ahora.

Atentamente.