Cristo aprendió en la India (de las Upanishad) que te iluminas cuando concilias en ti las dialécticas (contrapuestos en las cosas o en los conceptos) que nuestra educación convencional ha dividido. Ejemplos: mente y materia (dialéctica de la Economía); sexualidad y muerte (dialéctica del poder o Política); saber y verdad (dialéctica de la Religión, en su versión moderna, la Ciencia).

Habrá que recordar que Cristo no era amigo de iglesias y hablaba de un Reino de los Cielos (nuestra divinidad) interior –otra cuestión es que queramos atenderlo o no–, y que las religiones establecidas, con sus distintas iglesias, han colocado está divinidad fuera, con afán controlador.

Es bien cierto que trabajar atendiendo a lo externo es necesario para la salud mental, pero no habrá que olvidar que, sin el trabajo interior que nos equilibra, progresivamente nos venimos abajo y enfermamos.

Desde los viejos paradigmas, con su gastado intento de control, se nos nubla cada día más la comprensión y, acosados por una falsa conciencia de escasez, nos hemos dividido y retraido aferrados al «mal menor» que nos presentan como única salida. Caminamos dormidos, según pautas y directrices de los intereses creados, al redil de su avaricia.

Animo encarecidamente a mirar con otros ojos y ver el video "La Magia ante los 4 paradigmas imperantes", de José Luis Parise; E. D. I. P. O)