Este domingo viene a Errenteria un representante del «Trío de Colón», Albert Rivera –también llamado Alberto Carlos Rivera Díaz–. Lo primero que cabe decir es que nada hay que oponer a tal visita. Esta en su derecho y cabe desear que su acto transcurra en total normalidad. Pero sí que cabe oponer ideas a las ideas que él defiende y representa. Ideas que en buena medida son compartidas por los otros integrantes del trío –PP y Vox–. Confrontación democrática cuando mucha gente constatamos que estamos asistiendo a tiempos de una democracia con vocación de imperfecta en la que avanza la desigualdad, retrocede la libertad y se penaliza la fraternidad. Y el señor Rivera es defensor de que eso ocurra. De ahí la necesidad de incluir la incorporación de los valores republicanos en la defensa de un sistema democrático digno de tal nombre.

Es hora de defender la igualdad que en dignidad implica el acceso a cubrir las necesidades materiales mínimas, y en derechos el acceso a la salud, educación, trabajo y techo. La igualdad esencial sin distinción de sexo, origen familiar, procedencia, creencias, patrimonio o cualquier otra condición o circunstancia.
Toca defender la libertad que reconoce la diversidad de pueblos y personas y defiende el derecho a decidir sobre sus vidas y su futuro.

Y en estos tiempos toca apostar decididamente por la fraternidad como redistribución social de los bienes, para que nuestros impuestos sirvan a las necesidades comunes y no a rescatar bancos, engrosar beneficios de empresas, al saqueo y la corrupción o al simple despilfarro.

Apostemos por la defensa de lo público como algo propio y común que garantiza espacios de realización de derechos sociales y peldaños para alcanzar la igualdad, como un bien común del que los gobiernos deberían responder y no enajenar, como un tesoro social que impida que nuestras necesidades se conviertan en negocio y nuestros derechos se transformen en mercancía.

Por eso y para eso hacen falta valores cívicos republicanos que se conviertan en un muro infranqueable para el «Trío de Colón».

El domingo poco después de que el señor Rivera hable en Errenteria de los valores del libre mercado y la competencia, en la Herriko Plaza se izarán la ikurriña y la bandera republicana como símbolos de libertad, igualdad y fraternidad. Valores enfrentados a los anteriores, pero que a mi criterio significan un mundo un poco mejor y más justo.