¿Cuál es el modelo de país del lehendakari?

Iñigo Urkullu aprovechó ayer su paso por los desayunos de Fórum Europa para ofrecer al PP y al PSE «un pacto de país y de estabilidad», oferta que no hizo extensible a EH Bildu porque, argumentó, su modelo social y económico es «radicalmente diferente» al que defiende su partido. No puede decirse que en esta ocasión el lehendakari se haya andado con rodeos, al decantarse abiertamente por las formaciones que lideran Antonio Basagoiti y Patxi López frente a la coalición que forman Eusko Alkartasuna, Aralar, Alternatiba y la izquierda abertzale.

Sí que llama la atención la franqueza exhibida por Urkullu y la asunción por parte de un expresidente del PNV, y aun hoy hombre fuerte de ese partido, de que los jeltzales están mucho más cerca de dos formaciones que rechazan el carácter nacional de Euskal Herria –de hecho, niegan su propia existencia política– que de una fuerza que reclama sin ambages su soberanía. Por muy diferentes que sean los proyectos socioeconómicos de EH Bildu y del PNV cabe preguntarse si para el lehendakari no es tan opuesto, o más, el proyecto «de país» que propugna el partido que acoge a Carlos Urquijo quien, por poner un ejemplo reciente, acaba de querellarse contra la Diputación de Gipuzkoa por ayudar a un centro escolar de Lapurdi. Una formación que sigue amenazando con ilegalizar siglas abertzales y que tiene imputados por presuntos delitos de corrupción a sus últimos tesoreros. No extraña tanto, atendiendo a la historia reciente, su cercanía con el PSE, aunque el sectarismo unionista y la nula capacidad de gestión que exhibió el gabinete de Patxi López podría haberle disuadido. Está claro que no lo ha hecho.

El lehendakari sabe que la mayoría de la sociedad vasca, también sus votantes, optan por acuerdos entre el PNV y EH Bildu tanto para salir de la crisis como para avanzar hacia un nuevo marco. Así lo indican los sondeos. Sin embargo, quien se reclama nacionalista vasco insiste en buscar en Madrid aliados para diseñar el futuro de este pueblo. Es hora de que Urkullu explique cuál es su modelo de país y a qué país se refiere.

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