La decisión del Patronato del Guggenheim Bilbao de paralizar el proyecto de ampliación en Urdaibai es la más correcta por diferentes razones. El problema es que las razones que ayer expusieron las representantes institucionales para tomar esa decisión –daños medioambientales, falta de apoyo social, viabilidad, legalidad, situación de los terrenos, plazos…– son exactamente las mismas que se retorcían hasta ahora para defender lo contrario. En el fondo, nada ha cambiado, salvo la decisión. Por eso mismo, no es sencillo saber los cálculos que han llevado al PNV a dar semejante viraje.

Un cambio de postura así conlleva una crisis de reputación: son 17 años empecinados, muchas promesas incumplidas, una apuesta fallida que ha dejado de lado otras alternativas,… y ahora les toca asumir que lo que decían que era la mejor opción para una comarca castigada en realidad «no es viable». Donde querían hacer un museo han hecho un circo. No obstante, la crisis ha sido bastante bien amortiguada, gracias a la gestión comunicativa que el Gobierno de Lakua ha hecho a través de algunos medios, empezando por EiTB. Llevaban dos semanas haciendo ver que lo que iba a pasar ayer era lo lógico, lo natural. Si no fuese por el lenguaje, verbal y no verbal, de quienes hicieron pública la decisión –especialmente de la diputada general de Bizkaia, Elixabete Etxanobe–, podría parecer que los responsables institucionales pasados y presentes lo han hecho todo bien. Es lógico que la más cariacontecida fuese Etxanobe, porque ha heredado de sus antecesores –entre los que destacan el lehendakari Imanol Pradales y el nuevo presidente de BBK Fundazioa, Unai Rementeria–, una patata caliente que sigue ardiéndole en las manos: el desamparo que sufre Busturialdea por culpa de la política socioeconómica errática de las instituciones vascas.

Las vecinas y vecinos han expresado su satisfacción por la decisión, han reivindicado el papel del movimiento social contra ese proyecto nocivo y han demandado a las instituciones que inviertan «en proyectos serios, viables y eficaces» para el eskualde. Sería lo mejor, pero para ello deben llevar a cabo una reflexión que, por ahora, no quieren hacer en público.