La desigualdad social se corrige desde la escuela

El estudio publicado por el Ayuntamiento de Gasteiz del que hoy informa GARA pone cifras muy significativas a una situación ya advertida antes y que define así: «Segregación escolar basada en razones socioeconómicas y ligadas en muchos casos al fenómeno de la inmigración». No es tolerable, y así se acepta en el trabajo, que hoy día el 83% del alumnado procedente de fuera del Estado español esté concentrado en la red pública, ni que los y las inmigrantes supongan únicamente el 4% del conjunto de la red privada en la capital alavesa. No es tolerable, pero sí es explicable si se repara en datos como el informe de Save the Children que señala que el 39% de los niños y niñas de origen inmigrante en la CAV están en situación de pobreza frente al 9% del total.

Por distintos factores, Gasteiz se ha convertido en la expresión más acentuada de una situación injusta que se reproduce en mayor o menor medida en todo el país. Ampliando el foco a la CAV, siete de cada diez estudiantes inmigrantes está en la red pública mientras los datos globales ofrece una proporción de 55% pública-45% privada. El debate consiguiente no debería ser cuál de los dos modelos cumple mejor su función educativa, sino por qué esos padres y madres están abocados a no poder escoger. Es inquietante, en paralelo, la creciente utilización de la enseñanza privada a modo de «refugio», en una dinámica perversa que acaba acelerando ese proceso de dualización.

El resultado final es que las desigualdades sociales se perpetúan desde la escuela, que debería contribuir justo a lo contrario. Si las instituciones están preocupadas por ello, y en el caso de Lakua a ello apunta el II Plan de Atención al Alumnado Inmigrante presentado en marzo, su responsabilidad es poner recursos que –sin condicionar la libertad de elección de madres y padres– empiecen a equilibrar la situación actual, fomentando una sociedad integrada e igualitaria. Y por los recortes que se están denunciando con la cadena de huelgas en el sector educativo público, no parece que sea eso lo que esté ocurriendo.

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