La especulación con la vivienda sigue sin freno
Los precios de la vivienda en Hego Euskal Herria registraron en 2024 el mayor aumento desde 2007, año previo a la explosión de la burbuja financiera, y suman ya once años de subidas ininterrumpidas. Según los datos del INE, el Índice de Precios de la Vivienda (IPV) subió un 12,9% en Nafarroa y un 10,7% en la CAV durante 2024. Subidas similares se registraron tanto en vivienda nueva como en vivienda de segunda mano.
El comportamiento de los precios recogidos por el INE es congruente con el récord histórico que alcanzó el precio del metro cuadrado en Donostia e Iruñea el pasado octubre, según los datos aportados por los portales inmobiliarios. Conviene tener en cuenta que esta última referencia normalmente suele ser más elevada: los portales tienen incentivos perversos para elevarlos, pero también porque se basan en los precios de oferta, que generalmente suelen ser más altos que los precios a los que se cierra el trato. Los datos del INE, por el contrario, provienen de los registros notariales y reflejan el precio final de la transacción. En este caso, el sesgo suele ser a la baja, ya que lo escriturado puede que no plasme completamente el acuerdo para reducir, por ejemplo, el pago de impuestos. De este modo, el alza del índice calculado por el INE confirma que la escalda de precios se ha acelerado y corrobora que la vivienda se ha convertido en un bien especulativo de primera magnitud. Las incertidumbres globales y la entrada de fondos buitre están empujando la especulación hasta cotas no vistas desde la burbuja inmobiliaria y financiera de la primera década del siglo.
A pesar de la sangría que el encarecimiento de la vivienda supone para la economía familiar de miles de trabajadores y jóvenes, las instituciones autonómicas continúan sin implementar todos los instrumentos de la Ley de Vivienda. Da la impresión de que sus máximos responsables confían en que las fuerzas del mercado resuelvan un problema social. Una actitud irrealista que lo único que va a conseguir es que los precios suban más, los especuladores se enriquezcan, las familias se empobrezcan y los jóvenes no puedan emanciparse.