El texto, que ha contado con el apoyo del PP, calificaba el acto de indeterminado, criticaba que no especifique víctimas ni actos violentos, y consideraba «indignante» que se hable de funcionarios públicos sin ninguna concreción como «posibles responsables de abusos y crímenes».

UPN apuntaba también que este homenaje es «especialmente rechazable» cuando la política del Gobierno en materia de paz y convivencia «está absolutamente desacreditada» por las víctimas de ETA, y le reprochaba que «manipule» a este colectivo «como reclamo político», lo que, «lejos de procurar la convivencia, contribuye a sembrar la discordia y el enfrentamiento entre la ciudadanía».

El texto rechazado añadía en su cuarto punto, que ha votado a favor el PSN, el «apoyo y homenaje» del Parlamento a «todas las víctimas de la violencia injustificada y en especial a aquellas que han denunciado manipulación por parte del Gobierno de Navarra» y denunciaba el uso de su memoria «para enfrentar o blanquear la terrible huella del terrorismo de ETA».

Por último, la declaración rechazada instaba al Gobierno de Nafarroa a no celebrar el «sectario homenaje sin antes trabajar por recuperar la confianza, el apoyo y la cercanía con todas las víctimas del terrorismo que hoy se sienten traicionadas».

Para Carlos García Adanero, UPN, este acto «debe concretarse» pero «el objetivo del Gobierno es presentar un relato» con «dos bandos», algo «intolerable» cuando se trata de «un Estado democrático y una banda terrorista».

Ha rechazado también que se quiera dar «la sensación» de que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad «formaban parte de una guerra cuando defendían la democracia, el Estado de derecho y las instituciones».

En esta misma línea, Ana Beltrán, PP, ha sostenido que el homenaje es «un acto de extrema gravedad» y un «insulto a las víctimas de ETA», al tiempo que ha tachado de «lamentable» que se señale a los funcionarios de política cuando ellos han sido los que han sufrido el «acoso» de ETA, y ha pedido a la presidenta «valentía» frente a EH Bildu.

Para el PSN, sin embargo, este acto del día 18 «no es más ni menos que el cumplimiento de una ley» aprobada por el Parlamento de Nafarroa, ha recordado María Chivite, que sin embargo ha asegurado que su partido estará vigilante a la declaración que prepare el Gobierno.

El resto de portavoces han mostrado su oposición al texto completo de UPN y al respecto, Adolfo Araiz, de EH Bildu, ha indicado que el Gobierno cumple la ley y «no se va a enaltecer a ningún terrorismo ni a humillar a ninguna víctima», por lo que las críticas tienen «mucho de pose política», pero ha animado al PP a presentar una denuncia si considera lo contrario.

Koldo Martínez, de Geroa Bai, ha asegurado que «en ningún momento se contrapone a unas víctimas con otras» con este acto, y ha subrayado que «todas las víctimas comparten el dolor y sufrimiento que se les ha causado de forma injusta e ilegítima, y a la sociedad le debería unir el reconocimiento de ese dolor», por lo que ha asegurado que tanto su coalición como el Ejecutivo navarro seguirán trabajando por poder hacer también un homenaje a las víctimas de ETA.

Por su parte Laura Pérez, de Podemos, ha dicho no entender cómo puede resultar escandaloso para alguien este homenaje cuando «la defensa de la libertad y de la democracia pagada con la vida hay que reconocerla públicamente».

José Miguel Nuin, de I-E, ha manifestado por último que el Gobierno navarro «está cumpliendo una ley de este Parlamento» recurrida por el Gobierno español y suspendida por el Tribunal Constitucional salvo en dos puntos, uno precisamente la celebración del homenaje.