En el caso de la sanidad pública, la ratio disminuye hasta 4,8 profesionales por cada1.000 habitantes. «Concretamente, en Osakidetza se necesitaría ampliar en 1.606 los profesionales de enfermería: 1.322 en Atención Especializada y 284 en Atención Primaria. El resto, 1.986 enfermeros y enfermeras, serían necesarias en el ámbito sociosanitario, la sanidad privada y otros ámbitos», ha apuntado en rueda de prensa la secretaria de Organización de Satse Euskadi, Encarna de la Maza.
Otro dato que ofrece el estudioes que un profesional de Enfermería, de media, tiene a su cargo hasta 18 pacientes en una planta de hospital de 36 pacientes; mientras que la «ratio segura» es de 6-8 pacientes. «Se requeriría aumentar la media actual de 15 enfermeras por planta de hospital hasta contar con 30», ha remarcado.
En el Estado español no existe una legislación específica que regule la asignación de número máximo de pacientes por cada profesional. Por ello, en cada comunidad autónoma se establece el número de enfermeras y enfermeros en función de criterios diversos en los que «cuenta más el interés por el ahorro económico, que mejorar la calidad y seguridad de los cuidados», ha denunciado.
A juicio de Satse, es preciso fijar unas «líneas rojas» y garantizar por ley un número máximo de pacientes asignados a cada enfermera.
El Sindicato de Enfermería iniciará una recogida de firmas para que el Congreso de Madrid debata una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) que buscará garantizar este tope máximo y ofrecer así una «mejor atención sanitaria con mayor calidad y seguridad».