Ibai AZPARREN

Baztandarren Biltzarra, día para crear comunidad y crecer en auzolan

Como cada año, Baztandarren Biltzarra ha recibido a miles de visitantes en Elizondo, que han acudido a la capital del valle para ver el desfile de carrozas, símbolos de la tradición pero también de un auzolan que construye comunidad.

Carroza de Ziga, ganadora del concurso de este año. (Iñigo URIZ/FOKU)
Carroza de Ziga, ganadora del concurso de este año. (Iñigo URIZ/FOKU)

Buena parte del folclore que en la mayoría de países europeos tiene rasgos conservadores o, incluso, reaccionarios, tiene una connotación rebelde o progresista en Euskal Herria. Así lo explica el escritor y politólogo alemán Raul Zelik, quien añade que en este pequeño país los límites entre la contracultura alternativa y el mundo tradicional son más permeables.

Un ejemplo de ello podría ser Baztandarren Biltzarra, resultado de un trabajo de auzolan, de crear comunidad para poder regresar al pasado del valle mediante carrozas y grupos folclóricos que recorren las calles de Elizondo.

Baztandarren Biltzarra es la fiesta más característica del valle de Baztan. Desde 1964 se celebra el domingo anterior o posterior a las fiestas de Santiago de Elizondo. Así, carrozas espectaculares representan escenas de la vida cotidiana y tradicional de quince pueblos de Baztan; Amandoz, Amaiur, Aniz, Berroeta, Ziga, Azpilikueta, Erratzu, Arizkun, Oronoz, Arraioz, Irurita, Lekaroz, Gartzain, Elizondo y Elbete. La carroza va seguida de la juventud ataviada con traje típicos, trikitixak y joaldunak.

Se trata de un concurso en el que cada pueblo tiene un representante que participa en el jurado y que tiene la obligación de repartir 5, 4 ,3, 2 y 1 puntos.

«En 1997 se hizo un parón, la fiesta se tenía que repensar y, ahora, con auzolan, está volviendo a coger fuerza», explica Pablo, vecino de Elizondo que añade que hacer y decorar las carrozas no es tarea fácil. «Nos juntamos y vamos haciendo poco a poco», señala. Las carrozas atraen a cientos de visitantes pero, sobre todo, teje redes entre los habitantes de Baztan.

En esta edición, incluso los visitantes que han acudido una hora antes han aparcado a las fueras, ya que encontrar un sitio en Elizondo ha sido una misión casi imposible. Sin embargo, minutos antes del desfile todavía había valientes conductores que ocupaban las calles al son de la bocina.

Ya en el pavimiento, la intensa y feroz lucha por encontrar un hueco a la sombra amenizaba la espera de los espectadores que ya habían echado el ancla, en tanto que las primeras carrozas en desfilar ultimaban los detalles. Varios vecinos han salido a los balcones, repletos de ikurriñas, banderas de Nafarroa y, cómo no, de Baztan.

Y es que la cultura popular del valle también ha reivindicado hoy la solidaridad, tanto con los presos políticos como con los 47 ciudadanos vascos procesados en el macrosumario 11/13. También ha habido reivindicaciones a favor del medio ambiente y la economía local.

A las 11.00 han comenzado a desfilar los joaldunes de Ituren, los txistularis de Baztan y los dantzaris más pequeños, seguidos por los más mayores y acompañados por la melodía de los gaiteros de Iruñea. Es remarcable la participación de los dantzaris de California, un total de 150 miembros de la diáspora vasca que han cruzado el Atlántico para estar hoy en Elizondo.

A partir de ahí, no ha habido manera de que decreciese el ritmo. Carrozas de cada pueblo han ido pasando una por una, realizando el correspondiente teatro con el objetivo de representar una anécdota, una tradición o un hecho histórico de cada pueblo.

De este modo, se han podido ver funciones con contenido histórico, como en la carroza de Elizondo, donde varios vecinos, con indumentaria carlista y liberal, han escenificado la ocupación militar del valle por parte de estos últimos durante la tercera guerra carlista. La carroza de Berroeta, por su parte, ha denunciado la muerte de Valeriano Intxauspe, denunciado por su ideología izquierdista y fusilado en Iruñea en 1938.

Otras, como la de Ziga, ganadora los dos últimos años, han sido mucho más estrambóticas y ostentosas. Dos tractores y un camión pequeño, entrelazados, han recorrido las calles interpretando una central para extraer caolín, mineral que empezó a extraerse del pueblo en la década de los 60.

«El teatro ha cogido más peso y eso es bueno para el desfile, es más entretenido», comenta Amaia, vecina de Amaiur. La carroza ha desfilado en homenaje al 50 aniversario del anexo de su pueblo al valle de Baztan, aunque varios vecinos del mismo hayan gritado «Independentzia» y «Amaiur no es Baztan».

Pese a que el sol se ha escondido tras las nubes, el calor se ha mantenido y durante las más de dos horas que ha durado el desfile los vasos de cerveza fría han sido más que necesarios. Los fritos no tanto, pero también entraban bien. Tanto es así que varios vecinos del pueblo han tenido que acompañar a los actores durante el recorrido, jarra o botella de agua en mano.

Ziga, ganador por tercer año consecutivo

Después del intenso y agotador desfile, más de mil personas estaban apuntadas a la comida popular, precalentamiento para una tarde y noche largas en Baztan. Los bares estaban repletos y varias cuadrillas han tenido que buscarse la vida en los pueblos de alrededor.

Tras la comida y alguna que otra copa de pacharán, el jurado ha anunciado que la carroza de Ziga ha sido la ganadora del desfile; hecho histórico ya que nadie había ganado tres años seguidos. Gartzain, cuya carroza ha representado un castaño, rememorando así las recogidas de castañas otoñales del pueblo. Berroeta ha sido tercera en un Baztandarren Biltzarra que crece cada año.