Las fuerzas huthíes que controlan la capital y gran parte de Yemen han anunciado que miles de militares enemigos se han rendido como consecuencia de una ofensiva lanzada en la provincia saudí de Najran, fronteriza con Yemen. Entre los apresados habría varios oficiales y se habrían hecho con cientos de vehículos blindados.

La cadena Al Masirá TV ha difundido las declaraciones del portavoz militar de los huthíes, Yahya Sarea, en las que comunica que el resultado de la operación fue «la caída de tres brigadas militares de las fuerzas enemigas en su totalidad, con todo su equipo militar y la mayoría de sus tropas y comandantes».

«Solo 72 horas después del inicio de la operación, nuestras fuerzas aplicaron completamente el asedio a las fuerzas enemigas», según Sarea, que ha añadido que «han sido destruidos, rotos y capturados por completo».

También ha indicado que «cientos de tropas enemigas fueron asesinadas y heridas», y que «cientos de kilómetros» en el área de la operación han sido «liberados». Asimismo, ha señalado que, entre «los miles de tropas enemigas capturadas» hay, en su mayoría, «traidores y engañados», en referencia a las tropas del Gobierno yemení del exiliado presidente Abdo Rabu Mansur Hadi, al que apoya la coalición árabe liderada por Ryad.

Entre los capturados hay «tres brigadas militares de Hadi» y un «batallón completo del Ejército saudí», según Sarea.
Ryad no ha confirmado la operación que supondría otro golpe de los huthíes después del ataque a dos refinerías del que Arabia Saudí responsabilizó a Irán.

El pasado 20 de setiembre, los huthíes anunciaron un alto el fuego pero advirtieron de que responderán a cualquier ataque liderado por los saudíes. Durante los días posteriores, y sobre todo tras el doble ataque a las refinerías, la coalición internacional liderada por Arabia Saudí –y apoyada por Gran Bretaña y EEUU–  ha aumentado los ataques contra Yemen, que han dejado decenas de civiles muertos, según los huthíes.