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Otro afroamericano muerto en Washington se suma a la lista de víctimas de la violencia policial

La muerte de otro afroamericano por disparos de la Policía en Washington DC y la denuncia de otro caso ocurrido en marzo en Nueva York se suman a la lista de víctimas de la violencia policial que ha provocado una histórica reacción de protestas en Estados Unidos.

Pintada con el lema «Las vidas de los negros importan» en Washington DC. (David RYDER/AFP)
Pintada con el lema «Las vidas de los negros importan» en Washington DC. (David RYDER/AFP)

La muerte de otro hombre negro el miércoles por disparos de la Policía en Washington DC, aumenta la tensión que agita Estados Unidos desde hace meses por la violencia y el racismo policial que han provocado históricas protestas.

La víctima es «un joven afroestadounidense», declaró a los medios Trayon White, un concejal local, que pidió la difusión de las imágenes captadas por las cámaras policiales.

«No se saldrán con la suya, no permitan que los medios de comunicación tapen este asunto», instó la filial local del movimiento Black Lives Matter (Las vidas de los negros importan), llamando a una manifestación.

Según, las autoridades, la Policía acudió a investigar denuncias de «hombres armados en un vehículo». «Cuando se acercaron al vehículo, algunas personas huyeron a pie y un policía abrió fuego», ha indicado el jefe de Policía de la capital estadounidense, Peter Newsham.

«Creemos que el sujeto tenía un arma en ese momento», ha añadido, asegurando que en el lugar se habían encontrado dos armas.

El caso se produce después de meses de protestas en todo el país contra el racismo y la brutalidad policial, y solo dos días después de que policías en Los Ángeles mataran a tiros a Dijon Kizzee, un afroestadounidense de 29 años que iba en su bicicleta cuando los agentes intentaron detenerlo por una supuesta infracción de tránsito.

Otro caso en Nueva York

También el miércoles, la familia de Daniel Prude, un hombre negro que murió asfixiado a manos de la policía de Nueva York en marzo mientras estaba desnudo y esposado, exigió que se hiciera justicia.

Prude, de 41 años, falleció después de que agentes de la policía de Rochester, en Nueva York, le detuvieran, le cubrieran su cabeza con una capucha y le presionaran el rostro contra el pavimento durante dos minutos.

El hecho se produjo el pasado 23 de marzo, pero ha sido hecho público ahora por su familia que ha presentado varios videos del suceso en lo que parece un nuevo acto de violencia policial.

Prude murió una semana después de ser detenido, el 30 de marzo, cuando se le retiró el soporte vital que se le había aplicado después de llegar al hospital.

Su muerte se produjo además dos meses antes de la del también afroamericano George Floyd, en otro caso de violencia policial en Minneapolis, que desencadenó fuertes protestas en varias ciudades de EEUU.

La fiscal general del estado de Nueva York, Letitia James, y el jefe de policía de Rochester dijeron que estaban investigando la muerte. Los oficiales involucrados en el suceso todavía están de servicio.

Según ‘The New York Times’, Joe Prude, hermano de la víctima, llamó al teléfono de emergencias al comprobar que su pariente presentaba un estado nervioso y saliera corriendo de su casa en un estado errático.

Prude había sido trasladado a un hospital el día anterior después de que aparentemente comenzara a experimentar problemas de salud mental.

En los videos publicados en varios medios se ve a Prude, quien se ha desnudado, con las manos detrás de la espalda, esposado y gritando antes de que la policía le tapara la cabeza con una capucha, aparentemente para evitar que les escupiera, ya que había gritado que tenía coronavirus.

Después de dos minutos, Prude ya no se movía ni hablaba, por lo que se decide llamar a los servicios médicos de urgencia, que le practican maniobras de resucitación y le trasladan a un hospital.

Según el rotativo, el médico forense dictaminó que la muerte de Prude fue un homicidio causado por «complicaciones de la asfixia en el marco de la restricción física», según un informe de la autopsia, si bien también contribuyeron «el delirio excitado» que padecía el fallecido y la intoxicación aguda por varios fármacos que había tomado.