Alvaro  Reizabal
Alvaro Reizabal
Abogado

Comisiones

Son conseguidores que facilitan que los poderes públicos favorezcan los intereses de una entidad haciendo uso de sus relaciones familiares o de amistad

Resulta curioso comprobar como funcionan en el cerebro humano las asociaciones de ideas. A título de ejemplo y por su rabiosa actualidad nos detendremos en el caso de la palabra comisiones. Antes, a cualquiera que se le sugiriese ese vocablo, contestaría, probablemente, «obreras». Ahora, sin embargo, todo el mundo responderá ilegales y «p’a la saca». Y es que germinan nuevos brotes de supuesta corrupción que, como de costumbre, adornan el jardín del PP, abarrotado de estas flores. Que si el hermano de Super Isabel, que si el primo del ex portavoz nacional y alcalde de Madrid, que si yo no sabía nada de lo que hace mi hermano, ni yo de mi primo, que me he enterado por la prensa…Y ninguna explicación convincente, más allá de lanzar el mensaje de que se trata de una cacería de la izquierda que controla la Fiscalía y que solo investiga a los pobres angelitos del PP, dejando irse de rositas a todos los demás. Vaciar el deposito de tinta, como el pulpo, para que no se vea nada.

Pero lo cierto es que aprovechando la trágica situación originada por el covid, y la falta de controles en la compra de material sanitario, hubo un grupo de mangantes que se forraron primero, despilfarraron después y se alzaron con sus bienes al conocer que les investigaban. Son conseguidores que facilitan que los poderes públicos favorezcan los intereses de una entidad haciendo uso de sus relaciones familiares o de amistad. Y encima el alcalde les felicitaba por su filantropía al donar mascarillas Lo mejor es que esos familiares hacían gala de su capacidad de gestión para la compra de aviones de material sanitario cuando escaseaba y, ahora, como defensa, dicen que les han estafado y se personan como perjudicados en los procedimientos judiciales para controlarlos.

Se acaba de conocer otro chanchullo para llevar la Supercopa a Arabia Saudí. Decían que era para facilitar la emancipación de la mujer y apoyar el futbol femenino, pero era cuestión de comisiones, y buscaron el asesoramiento de un emérito experto en estos temas.
 
¿Quién se quita la mascarilla con este pestilente tufo?

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