Amparo Lasheras
Amparo Lasheras
Periodista

El fascismo no llega de improviso

A la extrema derecha se le ha dado voz en política y también en todo aquello que conduce a los pueblos a la intemperie de la desideologización.

La ultraderecha o el fascismo a secas va gobernar en Italia. Europa se ha alarmado lo suficiente para quedar bien... y nada más. Las reacciones políticas se han sucedido en cadena buscando cínicamente un porqué que encaje en ese triunfo electoral, una justificación, incluso una disculpa en la que vienen a decir que el fascismo no es la idea más deseable pero tampoco es tan mala si funciona dentro del sistema. No, el fascismo no es algo que llega de improviso. Se ha forjado con décadas de neoliberalismo y de un «laissez faire, laissez passer» de la oposición progresista frente a las políticas que han ido mermando, vulnerando o privatizando, en favor del capital, la larga lista de derechos fundamentales que hubieran podido vetar su auge y su aparición. A la extrema derecha se le ha dado voz en política y también en todo aquello que conduce a los pueblos a la intemperie de la desideologización. «Los fascistas del futuro no van a tener el estereotipo de Hitler o Mussolini, van a ser hombres hablando de lo que la mayoría quiere oír». Esta frase, ahora tan real, en un tiempo se le atribuyó a Saramago, pero él nunca la pronunció. Sin embargo, Saramago que no era un teórico marxista pero sí un escritor comunista, lo que sí afirmó es que él nunca encontró razones para dejar de ser comunista. Yo tampoco.

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