Anjel Ordóñez
Anjel Ordóñez
Periodista

Pecados

El papa ha reclamado el fin de la persecución judicial de los homosexuales bajo un curioso precepto: ser gay es pecado, pero no es delito. Descoloca, ¿verdad?

El papa Francisco cumple hoy mismo diez años como papa. Como persona, hará 86 en diciembre, 76 de ellos como Jorge Mario, 54 como sacerdote y 50 como jesuita. El porteño, que toma su nombre papal en honor a San Francisco de Asís, ha dedicado toda una vida al servicio del dios todopoderoso y eterno, con votos de pobreza, castidad y obediencia perpetuas. Les doy algunos datos sobre su década pontificia. Ha redactado tres encíclicas; decenas de ángelus y discursos; centenares de cartas apostólicas y homilías; y un sinfín de oraciones y antífonas. Además, se ha consagrado como digno heredero de Juan Pablo II en el título de «papa viajero»: 40 visitas apostólicas y 59 países hollados en 120 meses. Un no parar en pro del apostolado y el santo proselitismo.

A lo que iba. Francisco ha sido noticia por sus declaraciones sobre los gays. Conocido por una postura aperturista en la que ha llegado a apoyar las uniones entre personas del mismo sexo, el papa ha reclamado el fin de la persecución judicial de los homosexuales bajo un curioso precepto: ser gay es pecado, pero no es delito. Descoloca, ¿verdad? Veamos. El cristianismo se precia de una extensa y exquisita dedicación al tema de los pecados. El primero, el original, fue el de Adán, con aquello de la manzana. Por orden cronológico, seguimos con las «Tablas de la Ley», diez preceptos fundacionales entre los que están los no matarás, no mentirás, no robarás ni yacerás con la mujer del prójimo, etc. Hasta ahí, de los gays nada. Después vienen los siete «pecados capitales»: ira, soberbia, avaricia, lujuria, gula, pereza y envidia. Tampoco. A continuación, los «pecados mortales»: el aborto, el adulterio, la eutanasia, el divorcio, la magia, la blasfemia... Ni rastro de los homosexuales. Y finalmente, en la misma cumbre del oprobio y la ignominia, los «pecados que claman al cielo». Ahí sí, justo al lado del asesinato, la sodomía. Pues no sé, amigo Francisco, delito no será, pero en su sagrado catecismo es lo que más se le parece. Y, por cierto, a partir de las siete críticas de Jesús a los fariseos en el Evangelio de Mateo, la hipocresía también es pecado.

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