Anjel Ordóñez
Anjel Ordóñez
Periodista

Quimerismo

Solo en el Estado español, el pasado año murieron treinta personas a la espera de un trasplante de corazón que nunca llegó. ¿Será el quimerismo la solución, el complemento a la donación o su sustitución?

No lograba quitarme de la cabeza la idea de que los hombres y muje­res que conocía eran monstruos pasablemente hu­manos, animales con forma de persona, y que en cual­quier momento podían comenzar a transformarse, a mostrar este o aquel síntoma de su naturaleza bestial». Comienzo con este fragmento de "La isla del doctor Moreau", novela escrita por de H.G. Wells en 1896 y que sitúa al lector en un isla en la que un extraño científico se dedica a experimentar con animales con el objetivo de convertirlos en humanos. En el momento de su edición agonizaba el siglo XIX y la comunidad científica debatía acaloradamente sobre las implicaciones éticas de la vivisección.

El tiempo vuela. Solo han pasado 126 años y la realidad supera de largo a la ficción. La semana pasada, un grupo de cirujanos norteamericanos trasplantaron con éxito un corazón de cerdo en el tórax de un hombre de 57 años. Un hito en la historia de la medicina. En la mitología, la quimera es un individuo con cabeza de león, cuerpo de cabra y cola de serpiente, un ser horrendo que, además, escupía fuego. En la medicina, una quimera es una persona que tiene más de una población de células genéticamente diferenciadas. Algo éticamente más manejable.

No voy a pasar por alto que la operación fue autorizada por la Agencia del Medicamento y el Alimento, FDA por sus siglas en inglés, por lo que entiendo que legalmente están cubiertas todas las aristas. De hecho, ya hay una empresa, Revivicor, que se dedica a criar cerdos para el trasplante de órganos. Lleva veinte años de cría y ofrece un cuidado catálogo: UHeart (corazón del cerdo), ULobe (pulmón), UKidney (riñón). ¿Echan de menos alguna referencia? Supongo que no tardarán en añadirla.

La reducción del número de accidentes de tráfico ha hecho que la cantidad de órganos disponibles para trasplantes haya bajado considerablemente. Solo en el Estado español, el pasado año murieron treinta personas a la espera de un trasplante de corazón que nunca llegó. ¿Será el quimerismo la solución, el complemento a la donación o su sustitución? En todo caso, preparen la cartera, porque barato no va a ser. Y si es de bellota...

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