Arturo Puente
Arturo Puente

Empeñados en perder

Salvador Illa va a ganar las próximas elecciones de Catalunya. Esta afirmación no es ninguna novedad para quien siga las encuestas. Lo que sí es nuevo es cómo va a ganarlas. En comicios anteriores Ciudadanos o el PSC ya quedaron primeros, pero nunca amenazaron la hegemonía independentista. Ahora la victoria de Illa sí que la pone en jaque. Es más, la cosa funciona a la inversa. El PSC va a ganar las próximas elecciones y puede ponerse en disposición de gobernar porque el independentismo lleva dos legislaturas empeñado en perder.

El pecado original de ERC y Junts seguramente tiene origen en el tiempo anterior a octubre de 2017, en una mala gestión de las expectativas y preparación de los escenarios. Es inútil rebuscar ahí, porque ya está todo escrito. Pero el inicio del fin de la hegemonía independentista ocurrió entre 2018 y 2019, unos años en los que el movimiento debería haber hecho una reflexión honesta sobre su situación y haber buscado los consensos de mínimos para no hacerse un lento pero irremediable harakiri.

Culpando el uno de la situación del otro, intentando ambos aprovechar la represión para cargarla en los hombros del de en frente y, también hay que decirlo, con una Junts que se moría de celos ante una ERC en ascenso, los dos grandes partidos independentistas decidieron dedicar todos sus esfuerzos a hundirse entre ellos. Enhorabuena a todos porque lo han conseguido. El último portazo, la salida de Junts del Govern ante una ERC harta con razón pero con poca vista y una CUP ensimismada, fue el aldabonazo final.

Los partidos independentistas catalanes llevan ocho años maltratando a su votante, desilusionándolo, trasladándole sus problemas de partido, intoxicando todos los espacios soberanistas de su odio cainita. Por eso Illa y el PSC han aprendido a ganarles y han convertido el 12 de mayo en una segunda vuelta de las generales. Y por eso a Pedro Sánchez le ha valido con una semana de catarro sentimental para enmarcar las catalanas en una pugna entre él o la derecha española y dejar a los independentistas fuera de juego.

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