Koldo Campos
Koldo Campos
Memoria que respira y pan que se comparte

¿Hasta cuándo?

Por hablar o por callarse, por denunciarlo o por justificarlo, nunca ha de faltar hasta que lo impidamos, el insulto y el golpe de un macho despechado y violento. Por obediente o por insumisa, por fuerte o por vulnerable, nunca ha de faltar mientras lo consintamos, la violencia machista. Porque es por ser mujer que se la discrimina, que se la excluye, que se la mata.

Y ello ocurre con la venia de una justicia que debe primero asegurarse de que la víctima no fuera a abrir demasiado las piernas, y a la que le parece regocijante la violación de una mujer por una manada; con la complicidad de unos medios de comunicación que siguen amparando en crónicas y titulares los llamados «delitos pasionales» y difundiendo contenidos sexistas; con la indolencia de una Iglesia todavía a vueltas con el pecado original y que no tiene más propuestas que rezar y arrepentirse; con la hipocresía de un Estado que siempre va a encontrar otras prioridades en las que disponer políticas y recursos; y con la indiferencia de una sociedad cruzada de brazos, que sigue sin demandar respuestas porque, en su triste ignorancia, ni siquiera tiene conciencia de la más terrible tragedia que afecta a la sociedad, y que sigue encumbrando y escondiendo en su bragueta de abajo y en su bragueta de arriba la ideología machista. ¿Hasta cuándo?

(Preso politikoak aske)

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