Floren Aoiz
Floren Aoiz
Idazlea, Iratzar Fundazioaren zuzendaria

La decisión de UPN

Creo que UPN ha tomado en su último Congreso una decisión muy importante, tanto que va a marcar su futuro. No me refiero a la literalidad del documento aprobado, ni a los discursos que han rodeado el evento, sino a lo que este supone prácticamente. UPN ha decidido alinearse plenamente con la ola extremista en la que navega la mayor parte de las derechas del mundo. Frente a la posibilidad de recapacitar, hacer autocrítica y refundarse en el nuevo panorama político navarro, han optado por el esencialismo, la cerrazón y el agravio.

UPN, al victimizarse, en lugar de reconocer que no es capaz de seducir a nadie fuera de sus menguantes filas, demoniza a todo el mundo e incide en la recurrente tesis de las derechas golpistas, desde Brasil a Madrid: si ellos no gobiernan las instituciones, estas carecen de legitimidad y es justo hacer cualquier cosa para echar a quienes las «ocupan» y recuperarlas. La ayusización de facto de UPN se ha consolidado con este Congreso, con el que, lejos de blindarse ante la presión del PP, han acentuado su debilidad. No hay una «hipótesis UPN» netamente diferente de la del Partido Popular.

La ineptitud estratégica de UPN es tan profunda que, como el maltratador de manual, cree que una declaración de amor entre golpe y golpe es suficiente para recuperar el buen rollito. Así, aunque en lo que llaman «Principios políticos y estratégicos del Partido» definen a UPN como «un partido foralista y moderado, que por su propia naturaleza busca el pacto, el acuerdo entre diferentes», el grueso del texto es una descalificación visceralmente reaccionaria y excluyente de todas las sensibilidades políticas que no coinciden con la suya.

Entre esas diatribas, el PSN aparece a la vez como el objeto de deseo y el peor de los enemigos imaginables, con el telón de fondo de la nostalgia de los tiempos pasados. Un plan sin fisuras, pero, en cualquier caso, un paso muy importante.

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