Iñaki Lekuona
Iñaki Lekuona
Irakaslea

Asaltar

En la previa de las elecciones presidenciales de 2017, los medios presentaban a Emmanuel Macron como una mente privilegiada, un socialdemócrata de corte liberal, un progresista que dio el salto a las finanzas. Pero, de él, nos quedará su imagen en la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos, botando y aplaudiendo en el escenario, rodeado de atletas paralímpicos y preguntándose por qué esos de las sillas de ruedas no brincaban de emoción como él al ritmo del lema «¡quien no salta no es francés!»...

Los que le colocaron entonces en el Elíseo son los mismos que le han palmeado el hombro cuando ha nombrado a Michel Barnier como primer ministro y son los mismos que se fuman un puro con un ministro de Interior escorado en la extrema derecha como Bruno Retailleau o con una ministra de Educación como Anne Genenet cuya mayor aproximación a la pedagogía es su participación en la comisión parlamentaria de «defensa nacional y fuerzas armadas». Con Barnier al frente, ha logrado asaltar las urnas y construir un ejecutivo que pasará el filtro de Marine Le Pen; así evitará una moción de censura que le permitirá alumbrar su último ciclo presidencial como émulo del Rey Sol, mientras se pregunta por qué los demás ni aplauden ni saltan de alegría.

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