Bruno Retailleau se ha hecho con las primarias del principal partido conservador (LR) frente a Laurent Wauquiez en la lucha por la carrera presidencial de 2027. Y lo ha hecho desplegando desde lo alto del ministerio de Interior un arsenal recuperado de la extrema derecha con el que ha fulminado al presidente de su grupo parlamentario a pesar de que este también se defendió con las mismas armas, rozando ambos esas fobias que hacen girar esvásticas. Bien lo sabe Gérald Darmanin, antiguo diputado en las filas de Sarkozy, alineado ahora en las de Macron, con el que fue ministro de Interior y ahora de Justicia. Consciente de que al macronismo le queda un post, acaba de lanzar tres propuestas para relanzar su carera presidencial: crear un macro centro penitenciario en la Guyana, eliminar el efectivo para erradicar el dinero negro y autorizar la videovigilancia de reconocimiento facial. Y frente a estas candidaturas intragouvernamentales, François Bayrou, cada vez más sólo en el ejecutivo, acaba de presentar una propuesta para cambiar el sistema electoral, del mayoritario actual, que favorece a los grandes partidos, al proporcional, que deja más sitio a los pequeños sí, pero también al RN de Le Pen. Lo que es seguro es que de aquí a 2027, el alcalde de Pau se lanzará una vez más a la carrera presidencial, porque si Bayrou tiene una meta, esa es la del Elíseo.