Hace unas noches, con nocturnidad y alevosía, colocamos una placa en memoria de Trinidad Falcés en el paseo marítimo de A Coruña. La Trini fue una forajida transexual que pisó cárcel y campo de concentración. Es la morena de puño alzado que sale a la derecha en la foto de la manifestación contra la Ley de Peligrosidad Social que recorrió la Rambla en 1977. Es imposible que mire esa imagen sin que me asomen las lágrimas.Mis amigas del colectivo O.R.G.I.A. coincidieron en un evento con otra de las seis transexuales que encabezaron aquella manifestación. Le agradecieron que pusiera el cuerpo por todas nosotras, muchedumbre queer. Ella las identificó al instante como bolleras: es lo que tenemos las desviadas, nos reconocemos. Esta tremenda transexual les contestó algo que me enaltece hasta el tuétano. «Vosotras las lesbianas sí que erais valientes. A nosotras, maricas y travestis, nos detenían todo el rato, pero volvíamos, apaleadas pero volvíamos. A vosotras os hacían desaparecer». Regreso al terrorífico Patronato, ese agujero negro que se tragó a nunca sabremos cuantos miles de mujeres disidentes durante el franquismo y más allá. ¡Hasta 1985 duró! Aunque conozca con la carne y el intelecto cómo funciona el patriarcado, sigo sin hacerme a la idea de cómo ha podido pasar desapercibida semejante máquina de disciplinamiento y tortura misógina, incluso para nosotras, las contumaces feministas que vinimos después. ¡Pero ellas nos echaban en falta a las bolleras desaparecidas, nuestras hermanas travestis rabiaban por nuestro infortunio! He pasado unos días de ensueño con Majo Pulido. Me contó que fue a conocer a Trini a la residencia en la que vivía, ya no podía caminar. Una mandamasa terfa impidió el mural encargado a Majo para el 8M porque había una trans entre las demás mujeres. Me contó que Trini apareció con sus pinturas y le dijo, maquíllame. Pero que se borró la cara para volver a ese nuevo armario que puede ser una vejez desamparada en heterolandia. Vosotras, feministas transexcluyentes, sois las borradoras de mujeres. Gora Trini!