Martxelo Díaz

La verdad es que últimamente a UPN no le sale una a derechas. A poco más de un mes del Congreso en el que, si nada cambia, se batirán Alberto Catalán y Yolanda Barcina, UPN no da pie con bolo.

El lunes no tuvieron mejor idea que convocar una rueda de prensa en la que la senadora Amelia Salanueva y el diputado Carlos Salvador avanzaban que se abstendrían en la votación de la admisión a trámite de la ILP contra los desahucios . Realmente, la rueda de prensa se convirtió en un interrogatorio sobre la guerra abierta en UPN y las diligencias abiertas contra Josetxo Andia . Pero lo que UPN quería dejar bien claro es que se iba a abstener en la votación de la dación en pago, siguiendo el camino marcado por el PP a nivel estatal, que iba a votar en contra. Querían dejar claro que iban a ser la única fuerza navarra con representación navarra que no veía con buenos ojos a la reclamación de las firmas recogidas en la calle.

Pero el ser pequeño y hacer seguidismo del grande tiene estas cosas, que vas detrás como perrillo faldero y no te hacen el más mínimo caso en los temas importantes. A no ser que necesiten de tu voto, que no es el caso.

A última hora, el PP, visto lo que se le venía encima, decide dar un giro de 180 grados, cambiar de criterio y permitir la admisión a trámite de la ILP. Carlos Salvador (@ccsalvador), en la cuerda floja. En un escenario nada envidiable, tenía dos opciones. O mantenía su palabra y era el único diputado del hemiciclo que se abstenía o se comía sus palabras, maldecía por lo bajo contra el hermano mayor, y votaba a favor. Al final optó por lo segundo, olvidando que dijo que la ILP era "irrealizable".

"Lo más facil para UPN sería votar que sí", dijo el lunes Salvador. Al final, votó que sí, pero no fue fácil. Y a todo esto, Barcina estaría pensando "¡Vaya aliados me he buscado, que me dejan en evidencia a un mes del Congreso".