Martxelo Díaz
Obrint Pas es uno de los grupos que me gustan, desde que los conocí en un lejano viaje a Catalunya. Acababan de editar un CD-DVD en directo En Moviment y me parecieron brutales, una fusión perfecta de raíces y modernidad. Música catalana hecha desde València. Es cierto que, desde entonces, han actuado en múltiples ocasiones en Euskal Herria, pero por una cosa u otra, nunca he podido ir a uno de sus conciertos. Me pasa lo mismo con Zebda. Siempre había algo que me lo impedía. Como bien explica el compañero Aritz Intxusta , el Ayuntamiento de Iruñea no ha tenido mejor idea que vetar a Gora Iruñea! a la hora de organizar un espacio festivo autogestionado, participativo, igualitario y euskaldun.
Es un nuevo mazazo a todo lo que se mueve en la capital navarra y que UPN no controla. Adiós a todos los conciertos y demás actividades que estaban organizadas gracias al esfuerzo de una multitud de personas durante mucho tiempo. Y adiós también a una nueva oportunidad de ver a Obrint Pas, que ya habían anunciado en Twitter que tocarían en sanfermines. Es lo de menos, pero me quedo sin ver a Obrint Pas otra vez.
Comentaba el viernes lo sucedido mientras cenaba con unos amigos donostiarras y me preguntaron, todo serios. "¿Pero quién es el alcalde de Iruñea? Yo pensaba que la que mandaba era la Barcina". Pues va a ser que sí, que Yolanda Barcina, o al menos su estilo, sigue mandando en Iruñea y nos ha recortado también las fiestas. Por cierto, este es Enrique Maya . No tiene ni foto en Wikipedia. Barcina, sí.
Pero, pese a todo, tras el chupinazo del día 6, Iruñea volverá a ser, una vez más, la capital festiva de Euskal Herria. Con Obrint Pas o sin Obrint Pas.
