NAIZ (Fotos: DALE DE LA REY/AFP)
Hong Kong tiene más de 550 edificios que tienen al menos 150 metros de altura.
Hong Kong tiene más de 550 edificios que tienen al menos 150 metros de altura.
DALE DE LA REY (AFP)

Entre siluetas que dibujan el paisaje urbano de Hong Kong

Hogar de algunos de los distritos residenciales más densos del mundo y de los rascacielos más altos del planeta, Hong Kong ha cautivado durante décadas tanto a locales como a visitantes con su famoso horizonte. Los fotógrafos, a menudo emocionados, buscan perspectivas siempre curiosas.

El centro financiero chino tiene más de 550 edificios que tienen al menos 150 metros de altura y es la «ciudad número uno más alta» del mundo, según la base de datos de rascacielos del Consejo de Edificios Altos y Hábitat Urbano.

La ciudad experimentó un auge de la construcción en la segunda mitad del siglo XX, cuando su población se disparó, y el desarrollo mantuvo el ritmo después de que la antigua colonia británica fuera entregada a China en 1997.

Los dos edificios más altos de la ciudad, el Centro de Comercio Internacional (484 metros) y el Centro Financiero Internacional Two (412 metros), brillan en lados opuestos del Puerto Victoria y proyectan sombras sobre el rápido tráfico que se encuentra debajo. La imagen es siempre curiosa e impactante.

Mientras tanto, muchos de los 7,5 millones de residentes de la ciudad viven en apartamentos estrechos, y los hogares tienen una superficie media per cápita de alrededor de 16 metros cuadrados en 2021.

Un grupo de bloques residenciales apodado ‘Monster Building’, en Quarry Bay, fue catapultado a la fama internacional tras aparecer en 2014 en ‘Transformers: Age of Extinction’, que obtuvo un gran éxito de taquilla.

Los complejos de viviendas públicas más antiguos, como Ping Shek Estate y Lai Tak Tsuen, tienen patios centrales parecidos a pozos cuya espectacular firma visual los ha hecho populares entre los fotógrafos.

Limitado por la geografía natural y una política territorial restrictiva, el desarrollo urbano de Hong Kong en las próximas décadas no tiene espacio para extenderse; sólo puede hacerlo hacia arriba, dicen los especialistas.

Curiosamente, Hong Kong es una de las últimas ciudades del mundo que usa andamios de bambú para la construcción, una técnica ancestral que obliga a los obreros, conocidos como «arañas», a moverse con agilidad por el entramado. Por eso, en los cielos de esta metrópolis china es habitual ver a obreros encaramados en armazones temporales, incluso en construcciones de 60 plantas.

Los complejos de viviendas públicas más antiguos, como Ping Shek Estate y Lai Tak Tsuen, tienen patios centrales parecidos a pozos cuya espectacular firma visual los ha hecho populares entre los fotógrafos.

Limitado por la geografía natural y una política territorial restrictiva, el desarrollo urbano de Hong Kong en las próximas décadas no tiene espacio para extenderse; sólo puede hacerlo hacia arriba, dicen los especialistas.

Curiosamente, Hong Kong es una de las últimas ciudades del mundo que usa andamios de bambú para la construcción, una técnica ancestral que obliga a los obreros, conocidos como «arañas», a moverse con agilidad por el entramado. Por eso, en los cielos de esta metrópolis china es habitual ver a obreros encaramados en armazones temporales, incluso en construcciones de 60 plantas.

Hong Kong es actualmente el último bastión de esta técnica de construcción, que es indisociable de su paisaje urbano y que se usa tanto para erigir los edificios tradicionales conocidos como tong lau, como para levantar los rascacielos.

La reglamentación para instalar estas estructuras es muy estricta debido a la altura que alcanzan y este oficio es considerado como peligroso. «Hace falta valor y habilidad para sobrevivir», destaca Wallace Chang, profesor del Departamento de Arquitectura de la Universidad de Hong Kong.

Aunque esta técnica ya se extinguió en China continental, Chang confía en que pueda ser preservada en Hong Kong como «patrimonio cultural».