Koldo Landaluze
Especialista en cine y series de televisión

Bowie prolonga su legado con el lanzamiento de ‘Toy’, su célebre ‘disco perdido’

Según la crónicas, David Bowie grabó su disco ‘Toy’ en 2001, pero nunca llegó a publicarse. Veinte años después, verá a luz de forma oficial el próximo 26 de noviembre. Formará parte de la quinta entrega de ‘box sets’ de la discografía del artista.

La idea original era publicar el disco de David Bowie4 ‘Toy’ en 2001, con algunas canciones nuevas a las que se sumaban versiones de temas poco conocidos que el camaleónico artista británico lanzó en la década de los sesenta.

Durante una charla que mantuvo con diversos seguidores hace veinte años, Bowie reveló «veo que EMI/Virgin parecen tener muchos conflictos de programación este año, lo cual ha dejado mucho material en un segundo plano. ‘Toy’ está terminado y listo para salir y haré un anuncio tan pronto como tenga una fecha muy real. Mientras tanto, ya comencé a escribir y grabar para otro álbum».

Lamentablemente, nunca sucedió. Algunos temas se conocieron como ‘Caras B’. Lo que trascendió en 2011 fue un supuesto repertorio que debía formar parte de aquel proyecto, aunque con algunos temas agregados. Entre los nuevos figuraban ‘Uncle Floyd’, ‘Afraid’ y ‘Toy (Your Turn to Drive)’. A ellos se sumaban versiones de títulos como ‘You’ve Got a Habit of Leaving’.

​‘Toy’

‘Toy’ se cocinó en 2001 al estilo ‘de la vieja escuela’, con la banda tocando en vivo y con la intención de lanzarlo por sorpresa lo antes posible, pero ese concepto no era compatible con la tecnología del momento, y Bowie lo dejó aparcado y se involucró en su siguiente álbum, ‘Heathen’.

Finalmente, ‘Toy’ saldrá a la venta el próximo 26 de noviembre y servirá de prólogo al lanzamiento el El 7 de enero de 2022, un día antes de la fecha de su nacimiento, saldrá una versión extendida del álbum, ‘Toy: Box’, en formato de caja que incluirá un libro de dieciséis páginas con fotografías de Bowie nunca antes vistas y firmadas por Frank Ockenfels.

Mark Plati, coproductor de ‘Toy’, ha señalado en relación a esta publicación: «Estoy feliz de poder finalmente decir que ahora nos pertenece a todos. Toy es como un momento en el tiempo capturado en un ámbar de alegría, fuego y energía. Es el sonido de gente feliz de tocar música. David revisó y reexaminó su trabajo de décadas anteriores a través del prisma de la experiencia y de una nueva perspectiva, un paralelo que no se me escapa cuando lo reviso veinte años después».

‘Blackstar’, ese extraño adiós

El legendario ‘Duque Blanco’, pionero del glam rock y referente de multitud de artistas, falleció el 10 de enero de 2016 a los 69 años –dos días después de su cumpleaños– en Nueva York. La noticia de su muerte dejó en shock a miles de personas, ya que tres días antes había publicado su último álbum, ‘Blackstar’.

Este su vigésimo quinto álbum de estudio que, visto con retrospectiva, contiene lo que, según sus estudiosos, parecen referencias a su propia muerte. Una espeice de presagio o último guiño gamberro del que se sabe que está agotando sus últimos días.

En torno al sentido de este álbum, Bowie optó por el silencio, pero la letra del primer sencillo del álbum, ‘Lazarus’, no deja lugar a la duda cuando en su letra afirma «mira aquí arriba, estoy en el cielo, tengo cicatrices que no se ven, tengo drama, no puede robarse, todo el mundo me conoce ahora».

Con solo siete canciones y unos 45 minutos de duración, el disco póstumo es el único que no presenta una imagen del músico en la portada. En su lugar aparece una estrella negra, que si se pone a la luz del sol se transforma en un campo de estrellas brillantes, y si se pone bajo rayos UV, se ilumina como si fuera una galaxia con estrellas azules.

Poco tiempo después de su lanzamiento, el álbum fue recibido con buenas reseñas tanto de la prensa musical como del público, llegándose a colar en el primer puesto de listas musicales de numerosos países.

El disco, que llegó a vender 146.000 copias en su primera semana en Gran Bretaña y más de 181.000 en los Estados Unidos, de convirtió en el primer álbum de Bowie en llegar a la primera posición de la lista estadounidense Billboard.