Koldo Landaluze
Especialista en cine y series de televisión

Cuando Meat Loaf desató el éxtasis y la furia de ‘Bat Out Of Hell’

Meat Loaf nos legó hace 45 años uno de los discos más vendidos de la historia, la pimera entrega de la trilogía ‘Bat Out Of Hell’. Junto con el productor y pianista Jim Steinman, crearon un disco monumental que incluye ese éxtasis de 8 minutos y medio titulado ‘Paradise By Dashboard Light’.

Meat Loaf nunca ocultó su vena interpretativa y siempre que la ocasión lo requería, sacaba a relucir dicha pasión sobre el escenario cada vez que se aferraba al micrófono y cantaba. Por ese motivo, uno de los grandes alicientes que tenía verlo en vivo y en plena forma se debió a su apasionada forma de entender cómo debía ser transmitida una canción, y en su caso era algo telúrico.

El mítico musical ‘Hair’ fue su tarjeta de presentación y a partir de esta obra prolongó sur relación con los musicales, participando en operas rock de la talla de ‘The Rocky Horror Picture Show’ o interpretando a Shakespeare. Cualquier cosa era válida para dar rienda suelta a su talento.

El fiasco que supuso la no grabación de disco en 1971 y el primer contacto con el productor Jim Steinman estableció el definitivo punto de arranque musical de esta muy singular pareja creativa. Un año después de aquel primer encuentro, Meat Loaf y Steinman comenzaron a dar forma a un proyecto que no comenzó a asentarse hasta el año 1974. Se trataba de un musical basado en Peter Pan pero dentro de los códigos de la ciencia ficción.

Nadie se interesó por este proyecto y cuando se lo mostraron al presidente de CBS, Clive Davis, él tan solo les dijo: «¿Sabéis cómo escribir una canción? ¿Sabéis algo sobre escribir? No, no sabéis cómo escribir una canción. ¿Habéis escuchado alguna vez música pop? ¿Habéis escuchado alguna vez rock and-roll? Cuando salgáis de aquí, comprad algunos discos de Rock & Roll».

Decepción y éxtasis

Jim Steinman recordó aquel momento como un directo a la mandíbula de Meat Loaf. Su estado de ánimo quedó muy tocado y fue entonces cuando el productor recurrió a su amigo, el multiinstrumentista Todd Rundgren, para convencerlo de que produjera aquel disco que había sido rechazado por la RCA.

Rundgren aceptó el reto porque quedó entusiasmado con aquel extraño proyecto. De esta forma, Steinman y Meat Loaf se trasladaron a los Estudios de Bearsville Sound, ubicados en Woodstock, donde Rundgren trabajaba como ingeniero de audio y productor.

Las sesiones se iniciaron a finales del 75 y para llevarlo a cabo contaron con una banda repleta de grandes músicos como Roy Bittan y Max Weinberg –piano y batería– de la E Street Band de Bruce Springsteen; Kasim Sulton, Roger Powell y John Wilcox –bajo, sintentizador, batería– de Utopia; Edgar Winter, autor de la clásica ‘Frankenstein’ y a Ellen Foley –vocalista–, amiga de Meat Loaf e integrante de su grupo de teatro.

«Uno de los momentos más alucinantes de mi vida –recordó Meat Loaf– fue ver a Todd Rundgren tocar la guitarra y hacerlo en una sola toma, y nada más. En 15 minutos tocó el solo principal y luego volvió a tocar las guitarras armónicas del principio. Todo ello no le llevó más de 45 minutos».

De todo el conjunto del disco, la canción que recibió mayor atención es también la más popular de Meat Loaf, ‘Paradise By Dashboard Light’, que requirió 10 días de ensayos previos. Cada una de sus secciones se grabó por separado sin vocalista, posteriormente Meat Loaf y Ellen Foley grabaron sus partes de manera individual.

‘Bat Out Of Hell’, que así se llamó el disco, estaba grabado y editado pero faltaba lo más importante, encontrar la compañía que estuviera dispuesta a publicarlo.

Gracias a la mediación del guitarrista de la E Street Band, Steven Van Zandt, toparon con Cleveland International Records. Se trataba de una filial de Epic Records especializada en publicar discos de Polka, pero eso era lo de menos.

‘Bat Out Of Hell’ se publicó el 11 de octubre de 1977 y daría paso a dos discos que completarían una trilogía. Sus dos primeros discos figuran entre los discos más vendidos de la historia, con el primero teniendo una presencia de nueve años en las listas. Se estima que este disco suma cerca de 200.000 ejemplares anuales hasta el día de hoy.